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LA REPÚBLICA ASEDIADA Autor: Emilio J. Cárdenas (*) |
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Es necesario también excluir a la justicia del tele-populismo, tarea de toda la sociedad civil. Darle entonces el espacio que su excelsa misión social requiere, particularmente cuando las libertades personales están en juego.
Sólo la aceptación de la división de poderes permite a la democracia juzgarse a si misma y a sus actores, sin quedar herida en el camino, sospechada de estar implicada en su propia causa.9
Por todo esto Montesquieu decía que no hay libertad si el poder de juzgar no está separado del ejecutivo y del legislativo.10 Así de claro.
Con él concordó, en su medio, Alexander Hamilton desde El Federalista, con el seudónimo de Plubius, en la nota titulada El Departamento Judicial, de su número 78.11
Ser democráticamente libre es simplemente depender, en definitiva, tan solo de la ley y de una justicia independiente para poder estar a salvo de la arbitrariedad del poder, sea éste público o privado. Por ello, mi amigo, el fallecido Juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos, William Brennan, en su momento dijo:
Nuestra Constitución enuncia -sin ambigüedades-un principio fundamental....que el Poder Judicial debe estar en manos de una judicatura independiente. Ordena entonces que la independencia del Poder Judicial sea celosamente preservada y ofrece protección institucional para esa independencia12. La nuestra también, al menos en el papel.
9 . Denis Salas: "Le Tiers Pouvoir. Vers una autre justice", Pluriel, 1998, Paris, pág 30.
10 . En el "Espíritu de la Leyes", Pritchard, Vol 1, pág 161.
11 . "The Federalist", The Easton Press, Ed. 1979, pág 521.
12 . "Northern Pipeline Co. Vs Maratón Pipeline Co.", en 458 US 50,60 (1982) |