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LA REPÚBLICA ASEDIADA Autor: Emilio J. Cárdenas (*) |
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hechos. Queda claro que no son los políticos quienes se aprovechan de la comunicación, sino ésta la que los reduce a su merced. 5
Es hora entonces de advertir, en su verdadera dimensión, esta nueva categoría política y sus consecuencias. De lo contrario, la democracia y las libertades personales de todos serán postergadas en nombre de la necesidad de que nada de lo que es funcional al semi-autoritarismo cambie. Ni la justicia, ni la educación, ni la política fiscal, nada.
Esto es lo que está en juego, nada menos, y no es poco.
Como también dice, con toda razón, Marcos Aguinis6, como consecuencia de nuestras conductas recientes enfrentamos ahora toda una serie difíciles asignaturas pendientes: estado de derecho, cumplimiento de los contratos, independencia de la justicia, apertura de la inversión, desaliento de la impunidad, estímulo de la competitividad transparente, una legislación laboral moderna que favorezca el empleo e indiscutida protección a la propiedad privada.
Lamentablemente ninguno de esos objetivos parece poder alcanzarse satisfactoriamente en el corto plazo, tal es nuestro grado de desquicio general.
El ataque a la independencia del Poder Judicial.
En medio de la compleja situación antes descrita, la causa penal en la que se investigan las responsabilidades en el luctuoso episodio de la disco: Cromañón ha dado lugar a que, desde lo más alto del poder político, se exteriorice una nueva y grave manifestación de populismo desbordado.
La del ataque directo -realizado desde la investidura presidencial- a la independencia del Poder Judicial. Lo que es particularmente grave, atento a que nuestro actual presidente es de profesión abogado, lo que debiera
6 . Marcos Aguinis: op.cit. supra nota 3, pág 43. |