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REFLEXIONES Por Nota del Director
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Educación y pobreza
Desde esta misma columna hemos reflexionado el año pasado acerca de dos de los varios problemas graves que padece el país: la continua y creciente degradación institucional y la falta de vocación de los argentinos para cumplir con las normas.
Hoy reflexionamos sobre otro serio problema que sin dudas tiende a agravar los dos anteriores. Este es la crisis de nuestro sistema educativo y como el déficit en la educación y la ignorancia condenan a vastos sectores sociales a continuar indefinidamente en la pobreza.
No es nuestro propósito escribir un ensayo económico sobre esta cuestión, ni tampoco somos expertos en educación. Se trata apenas de acercar algunas reflexiones de sentido común -eso esperamos- a partir de información estadística existente y otros estudios más profundos realizados por instituciones de reconocido prestigio.
A esta altura de los acontecimientos, parece claro que si bien el crecimiento económico global de nuestro país contribuye a atenuar la pobreza, no basta por sí solo para superarla.
La persistente y creciente pauperización
Durante el año 2005 la Argentina creció por tercer año consecutivo a un 9%. Sin embargo, solamente en Buenos Aires y en el conurbano el 37,7% de la población continúa bajo la línea de pobreza, lo que muestra avances muy modestos respecto de la cifra del 40% a fines del 2004, aunque algo mayores respecto del 54% en el 2002.
Por otra parte, según el INDEC, durante el tercer trimestre del 2005, el 10% más rico de la población obtuvo ingresos 31 veces mayores que el |