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CAMBIO DE AUTORIDADES DE LA COMISIÓN PRO BONO: MOMENTO PARA EL BALANCE, ENTREVISTA AL DR. MARTÍN ZAPIOLA GUERRICO Autor: María de la Paz Miatello |
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En efecto, se trata de dos logros importantísimos y fundamentales si pensamos en la continuidad y expansión del trabajo pro bono. Cuanto más concientes seamos de la responsabilidad social que tenemos como hombres y mujeres de Derecho, y cuanto más dispuestos estemos a colaborar entre nosotros, a dialogar y a buscar soluciones para los problemas de nuestras comunidades; el cambio cultural que tanto motivó a los primeros que apostaron por esto habrá empezado a producirse.
Desafíos para los próximos años
El cambio de autoridades se presenta también como una oportunidad para redoblar la apuesta y seguir caminando con espíritu renovado. Es mucho lo que se hizo, pero todavía más lo que queda por hacer en esta cruzada por generalizar, perfeccionar y profesionalizar la prestación de servicios legales pro bono en cuestiones de interés público.
Entre los desafíos para los próximos años, del movimiento Pro Bono en general y de la Comisión en particular, Martín Zapiola Guerrico no duda en plantear la cuestión del Pro Bono y las universidades: “El tema universitario me parece absolutamente primordial. Si no empezamos a trabajar de una forma muy intensa con las universidades para que el pro bono esté en la currícula, para que los estudiantes experimenten estas cuestiones desde una etapa bien temprana, vamos a perder la guerra, nos vamos a quedar ahí. Empezamos nuestra movida con los ya abogados, pero me parece que es importantísimo dialogar con la juventud de estos temas. Son nuestra gran posibilidad. En este sentido, la Declaración de Trabajo Pro Bono para el Continente Americano nos da una herramienta fenomenal, porque las universidades que la suscribieron van a tener que darle contenido a ese compromiso. Hay muchas cosas para trabajar. Lamentablemente la Academia y la Profesión suelen funcionar como compartimentos bastante estancos. No hay suficiente diálogo entre ambos sectores. Muchas veces la buena doctrina, las buenas ideas no llegan a la praxis, y viceversa, la Academia se queda vacía de contenido práctico. Me parece que el pro bono da una oportunidad adicional para que la Profesión y la Academia trabajen en forma conjunta. Ese, creo, es uno de los grandes desafíos”. |