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CAMBIO DE AUTORIDADES DE LA COMISIÓN PRO BONO: MOMENTO PARA EL BALANCE, ENTREVISTA AL DR. MARTÍN ZAPIOLA GUERRICO Autor: María de la Paz Miatello |
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Y con el mismo entusiasmo continúa: “El otro gran desafío es popularizar el pro bono. El pro bono tiene que generalizarse, tiene que encontrar un lugar en los colegios públicos y en las provincias. Creo que tenemos que trabajar mucho para tratar de encender mechas de proyectos pro bono en los colegios públicos provinciales. Porque lo peor que le puede pasar al pro bono es quedar identificado como una actividad “de moda”, de unos pocos, de una “elite”. Lamentablemente corremos el riesgo de que pase eso. Es una idea que viene del mundo sajón, que fue adoptada tempranamente por estudios jurídicos grandes y corporativos; pero es una idea que va mucho más allá de esos sectores y si tiene sentido, si realmente tiene algún sentido, es como movimiento generalizado. No es un tema de unos pocos. Es un tema de todos. Es necesario trabajar en red, trabajar en equipo, con una vocación bien abierta. Esto no es algo para mezquinos, no llega a ninguna parte de esa manera”.
Por último, se refirió a la necesidad de intensificar esfuerzos en lo que respecta a la comunicación del trabajo de la Comisión: “La comisión hace mucho más de lo que muestra que hace. Tenemos que encontrar formas más prolijas e institucionalizadas de difundir frente a los estudios jurídicos y la comunidad de las ONGs lo que hacemos y aquello en lo que creemos”.
Motivaciones Personales
A la pregunta acerca de las motivaciones, de aquello que lo mueve a seguir haciendo trabajo pro bono con la misma pasión de los primeros tiempos, Martín Zapiola Guerrico responde, con una sonrisa:
“Yo siento que esto es algo vitalicio. Y no vitalicio por obligación, sino vitalicio por entusiasmo, por vocación. A mí el trabajo pro bono me reconecta con un aspecto muy importante de la profesión. Yo elegí ser abogado muy chiquito, a los 12 años, y no había abogados en mi familia. Misteriosamente, siempre me sentí orgulloso de la profesión. Pero esa sensación de orgullo no coincidía con lo que yo veía que pensaba, y aún piensa, la mayoría de la gente… El trabajo pro bono me conecta |