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CAMBIO DE AUTORIDADES DE LA COMISIÓN PRO BONO: MOMENTO PARA EL BALANCE, ENTREVISTA AL DR. MARTÍN ZAPIOLA GUERRICO Autor: María de la Paz Miatello |
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Vermeulen, fundadora y directora ejecutiva del Cyrus R. Vance Center for International Justice Initiatives del Colegio de Abogados de Nueva York y en ese momento todavía directora ejecutiva de New York Lawyers for the Public Interest (NYLPI), vino a la Argentina a hablar sobre el concepto de trabajo pro bono, tal como lo entienden en los Estados Unidos.
“Esa conferencia me marcó muchísimo. Ese planteo del trabajo pro bono como algo sistematizado, como un trabajo que uno quería y debía hacer bien, y que era parte de un esfuerzo no sólo individual de los abogados que decidieran involucrarse, sino colectivo de toda la profesión, fue fuertísimo para mí. En Argentina y en otros países de Latinoamérica había, y hay todavía, una idea del trabajo pro bono, del trabajo voluntario gratuito, como algo filantrópico, como un acto de caridad, como algo que yo que soy una persona híper sensible y generosa le doy a alguien. Y la contrapartida de ese concepto, que me parece terrible, es que “a caballo regalado no se le miran los dientes”. No se te ocurra analizar si ese servicio que yo te doy es un servicio de calidad, ni si estoy cumpliendo correctamente con mis obligaciones profesionales… Viene de arriba. Entonces, que nos vinieran a contar, y sobre una base pragmática de acción que llevaba 100 años de historia, que esto era algo que se hacía cumpliendo una obligación ética, como muchas otras que tiene un abogado, y además con la vocación de hacerlo bien y con un determinado estándar de calidad, que era el mismo estándar que uno le debía a sus clientes rentados; fue algo que me marcó muchísimo. Ahí realmente vislumbré la posibilidad de un cambio cultural, que se presentaba de una manera radical y sumamente interesante”, recuerda el Dr. Zapiola Guerrico.
“En ese momento yo estaba en el Directorio del Colegio de Abogados, y advertí una analogía muy importante entre la organización que presidía Joan y lo que podía llegar a armarse desde el Colegio. En efecto, NYLPI era una organización intermedia que captaba demanda de necesidades legales insatisfechas, trabajo pro bono, y lo derivaba a una red de 80 estudios neoyorkinos que estaban vinculados con la organización. El Colegio de Abogados, por su parte, también era una organización intermedia, vinculada con los estudios jurídicos y que se podía conectar |