Reflexiones
La crisis actual de nuestras instituciones
Una revisión crítica del marco regulatorio de la radiodifusión
Las corporaciones multinacionales frente a la FCPA y otras legislacione
La prueba en el Arbitraje
La importancia de llevar el Pro Bono a las Universidades
Declaraciones Públicas
 


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N° 28.581 ISSN 0325-8955

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La crisis actual de nuestras instituciones

Por Alberto B. Bianchi

  1. El triunfo electoral no oculta la crisis institucional

En pocos días más, el 10 de Diciembre de 2011, Cristina Fernández de Kirchner comenzará su segundo mandato presidencial luego de haber pulverizado a todo el arco opositor en las elecciones del 23 de octubre, en las cuales obtuvo más votos que la suma de todos los restantes candidatos, algunos de ellos auténticos veteranos políticos.

Debemos agregar a este hecho que su primer período ha sido, en realidad, la continuación del de su marido, Néstor Kirchner, quien gobernó entre 2003 y 2007. Ello quiere decir que una amplia mayoría del pueblo argentino ha ratificado estos ocho años de gobierno con un 55% por ciento de los votos y desea que todo continúe tal como está por los próximos cuatro años.

Si añadimos a estas reflexiones que la Constitución nacional es una de las más amplias y generosas del Mundo en lo que se refiere al otorgamiento de derechos y creación de instituciones, podríamos llegar a la conclusión de que hemos alcanzado el paraíso terrenal y somos la envidia de todos los hombres del Mundo, que pugnan fogosamente por venir a habitar en el suelo argentino. Imbuidos de tal entusiasmo, no sería exagerado sostener que hemos conciliado la teoría política con la práctica y respaldamos la más sana y avanzada de las constituciones con un gobierno ampliamente representativo, estable y exitoso.

Hasta aquí no parece posible hablar de crisis institucional. Sin embargo, la crisis institucional existe y tiene síntomas y efectos de los más variados que el triunfo electoral no puede ocultar.

¿Cómo se explica sino que, al día siguiente del triunfo electoral, el público haya incrementado sus esfuerzos por refugiarse en la divisa extranjera, en lugar de confiar en las autoridades elegidas y mantener sus ahorros en moneda nacional y el gobierno haya montado un amplio operativo para evitarlo?

Esta contradicción de proporciones alarmantes pone en evidencia que no vivimos exactamente en un paraíso terrenal y abre un espacio para reflexionar sobre la crisis de nuestras instituciones, que si bien no es la causa directa de la emergencia cambiaria, genera, sin dudas, un espacio propicio para la misma.

2. La tenue y formal separación de poderes

a. De la teoría clásica a la realidad argentina actual

Locke, Montesquieu y todos quienes han teorizado sobre la separación de poderes, la han abordado bajo dos enfoques, el primero es meramente descriptivo, el segundo es dinámico. Según el primero, existen diversos poderes, que generalmente coinciden con las tres funciones esenciales del Estado: legislar, administrar y juzgar. De acuerdo con el segundo, el ideal para una república es que esas tres funciones sean ejercidas por personas diferentes, como medio de evitar la concentración del poder en manos de una sola, pues ello es el camino más directo hacia el totalitarismo.1
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