|
RUCCI, LARRABURE, VIOLA. VÍCTIMAS DEL TERRORISMO DE ESTADO Por Javier Vigo Leguizamón
|
|
I. A modo de introducción
El análisis de la estrategia jurídica diseñada para lograr que los crímenes de la guerrilla sean declarados de lesa humanidad debe partir de un dato central: mi misión no es defender a los militares que combatieron en el conflicto interno definido como guerra revolucionaria por la Cámara Federal en lo Penal (causa 13). A Argentino del Valle Larrabure, Humberto y María Cristina Viola y a Néstor Horacio López los asesinó el ERP antes de que el gobierno militar comenzara. Mi deber es lograr que las voces de las víctimas discriminadas por la memoria sean oídas y que sus asesinos sean juzgados, para lo cual mi estrategia es reclamar la aplicación del principio de igualdad ante la ley en base a los mismos argumentos que los victimarios esbozan reclamando el juzgamiento de los militares. Respeto, desde ya, las opiniones de reputados constitucionalistas que cuestionan tales argumentos invocando el principio de irretroactividad de la ley penal y el derecho del Estado argentino a sancionar amnistías para pacificar al país pero, a la luz de la actual jurisprudencia internacional, considero eficaz basarme en ésta para peticionar se declaren crímenes de lesa humanidad los asesinatos del terrorismo guerrillero.
Desde hace muchos años lucho en pos de la elaboración de un juicio histórico, crítico, riguroso que, colocando la verdad por encima de la ideología, nos permita descartar las memorias míticas que rigen en el nivel superficial de las conciencias de los diversos protagonistas de la dolorosa década del setenta. He sostenido en mi libro Amar al Enemigo, que la cuestión esencial no es condenar o indultar, sino convertirnos, rescatando el sagrado valor de la vida que entonces fue negado por guerrilleros, militares, políticos y educadores. Para que haya realmente un “Nunca Más” debe extirparse esa lógica de violencia que olvidó que la vida vale por sí misma y no según lo que se piensa, lógica que permanece viva en quienes continúan incurriendo en apología del delito proclamando la consigna “PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE” o publicando en los diarios que el Cap Viola fue “ajusticiado”. |