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Seminario Internacional “Profesión Legal & Pro Bono”. Apuntes de dos Coordinadoras Autor: María de la Paz Miatello y Soledad Salorio Corbetto |
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En el mismo sentido, María Aranovich, Coordinadora Pro Bono del Estudio Marval, O´Farrell & Mairal puntualiza: “Nuestra posición privilegiada como mujeres y hombres de derecho nos obliga especialmente a redoblar el esfuerzo; no solamente para colaborar con quienes no pueden alcanzar la protección para hacer valer sus derechos, sino también para concientizar a toda la sociedad sobre la importancia que tiene la cooperación con los desprotegidos. Los abogados hemos sido entrenados para actuar como auxiliares de la justicia y en ese sentido tenemos un orgullo adicional cuando podemos actuar ejerciendo tal auxilio en protección de quienes nada tienen o no saben cómo protegerse. Hoy existe un imperativo moral, ético y una convicción profesional y hasta espiritual de que defender a aquellos que no pueden defenderse es una parte inescindible de la vida profesional del abogado”.
Sin duda, la realidad del país nos pide una imperiosa intervención desde nuestro lugar de privilegio, por tener en nuestras manos las herramientas que permitirán ir modificando, lentamente, las adversidades que enfrentamos como sociedad.
Dicha intervención ha de fundamentarse, como lo destacaron distinguidos juristas (Javier de Belaunde -Estudio Echecopar, Perú-, Julia María Morales -Telefónica Perú-, Hon. George Daniels -Juez de Nueva York-, y David Baluarte –American University Washington College of Law), en “los cuatro pilares del acceso a la Justicia”: el ejercicio de la responsabilidad social y ética de los abogados; la promoción de un sistema judicial justo y equitativo, la generación de un verdadero acceso a la justicia y el impulso de legislación y políticas públicas adecuadas.
En este sentido, podemos sentirnos satisfechos por la labor desarrollada hasta aquí en el ámbito de la Comisión Pro Bono. La misma ha contribuido, en sus primeros diez años de existencia, con aportes bien concretos en línea con estos cuatro pilares. Estos principios rectores también inspiran nuevos proyectos, algunos de ellos ya en marcha, como la incursión del Pro Bono en las universidades o la participación de los departamentos legales de empresa en el trabajo Pro Bono; a la vez que plantean ciertas inquietudes que nos obligan a interrogarnos sobre nuestras fortalezas y debilidades para enfrentar y crear el futuro de nuestro Pro Bono, ante su crecimiento ineludible.
El futuro: nuevos y más altos desafíos.
Luego de la experiencia vivida en Santiago de Chile, y mientras maduramos todavía nuestra crónica de viaje, nos alegra comprobar que muchas de las ideas y propuestas comentadas en el Seminario ya son una realidad para nuestra Comisión ProBono.
En efecto, desde sus comienzos, la Comisión Pro Bono se focalizó en el trabajo profesional de interés público, en el trabajo Pro Bono como acción profesional a nivel |