|
Seminario Internacional “Profesión Legal & Pro Bono”. Apuntes de dos Coordinadoras Autor: María de la Paz Miatello y Soledad Salorio Corbetto |
|
recoja todo nuestro modo de ser, de pensar y de hacer. Que se empape de nuestros problemas como sociedad y de nuestro temperamento argentino. Que sea el motor de cambio no sólo para el cumplimiento de la ley a través del acceso a la justicia, sino también para crear una conciencia más profunda de nuestro deber cívico, que nos impone un modo de actuar alentado por el bien común.
Sebastián Raggio, Coordinador Pro Bono del Estudio Raggio & García Mira, se refiere a este momento particular de la siguiente manera: “Como en todo proceso de crecimiento y maduración, hay dudas, cavilaciones e incertidumbre. Aún el error sería admisible, en la medida en que esté inspirado en una voluntad bienintencionada de probar nuevas alternativas, imaginar nuevos campos y modalidades de actuación: el trabajo por el bien y el interés público puede adoptar formas muy diversas. El camino a transitar puede deparar sorpresas: agradables muchas de ellas, otras quizás no tanto. Tenemos conciencia del rumbo que queremos tomar y, mejor aún, somos concientes de los caminos que, como individuos y como sociedad, no estamos dispuestos a transitar. Sin embargo, aún el camino elegido puede presentarse más o menos ríspido, el clima más o menos benévolo. Transitarlo, más aún en medio de un proceso de maduración y transformación, requerirá de esfuerzo, imaginación y no poco coraje cívico. Lo único que no podemos permitirnos es la inacción, la necedad y la indolencia”.
Esta necesidad que reconocemos como propia, fue resaltada en el Seminario por el Dr. José Carlos Ugaz -representante del Estudio Jurídico peruano “Benitez, Forno, Ugaz & Ludowieg, Andrade”- quien propuso adaptar y ajustar el Pro Bono al contexto de Latinoamérica.
Posiblemente, este objetivo esté estrechamente vinculado con la generación de un cambio radical en la cultura de todos los argentinos, no solamente restringido a los abogados y estudiantes de derecho, sino capaz de extenderse entre todos los ciudadanos. Esta ambición no es desmedida, sino natural, para quienes entienden la esencia del Pro Bono. Para quienes, como nosotros, saben que el Pro Bono no es una labor caritativa o una obra de filantropía, sino el cumplimiento de un deber ético y el ejercicio de una vocación.
Sobre esta cuestión, Beatriz Martorello -Presidente de la Federación Interamericana de Abogados- destacó la relevancia de la “Cadena Pro Bono”, refiriéndose a la importancia de la labor conjunta de todos los sectores (estudios jurídicos, poder judicial, departamentos legales de empresa, colegios de abogados, universidades, organizaciones sociales, clearinghouses) y señaló que en Latinoamérica se presenta un gran desafío frente a la exclusión social, la pobreza y la desigualdad, consistente en elevar la sensibilidad social promoviendo el desarrollo del Pro Bono con control ético y de calidad. |