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PROYECTO PACO. MUCHO MÁS QUE UN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN Autor: María de la Paz Miatello Serrano Redonnet |
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investigación, quizás el más numeroso en la historia de la Comisión, integrado por representantes de los estudios Beccar Varela, Bruchou, Fernandez Madero & Lombardi, Casal, Romero Victorica & Vigliero, Del Carril, Colombres, Vayo & Zavalía Lagos y Pérez Alati, Grondona, Benites, Arntsen & Martínez de Hoz (h).
Se suma la Universidad Austral
Paralelamente, las coordinadoras pro bono de tres estudios miembros de la Comisión y exalumnas de la Universidad Austral analizábamos la posibilidad, junto con las autoridades de la universidad, de acercar a los alumnos a la práctica pro bono. La profesora a cargo de uno de los seminarios obligatorios para tercer año de la carrera de abogacía titulado “Seminario de Formación en Responsabilidad Ciudadana”, Dra. Pilar Zambrano, tenía la intención de que la edición 2010 del seminario versara exclusivamente sobre trabajo pro bono. Que hubiera una primera clase en la que se expusiera sobre el tema y que en las horas restantes -para completar las exigencias del plan de estudios-, los alumnos hicieran una verdadera experiencia de práctica pro bono. Mientras discutíamos acerca de los modos posibles de organizar esta última parte del seminario, llegó el pedido de la Vicaría, y empezamos a ilusionarnos con la participación de los alumnos en el proyecto.
La situación se presentaba como ideal. No sólo era una posibilidad bien concreta de trabajar en un tema pro bono, si no que además se presentaba como una oportunidad inigualable para que los chicos entraran en contacto con una realidad que los interpelaba de un modo especial: la de otros jóvenes como ellos que lejos de estar disfrutando de sus años universitarios o forjándose un futuro profesional, apenas pueden encontrarle sentido a su vida, creer que pueden salir del infierno de la droga, animarse a cambiar y a apostar por un futuro.
Manos a la obra
El proyecto se puso en marcha. La primera reunión tuvo lugar el 14 de abril. Apenas entrábamos en la mesa. Éramos diecisiete entre abogados, sacerdotes y profesoras. Se generó mucho entusiasmo y se acordaron los contenidos específicos y la estructura del documento, así como también la mecánica y la dinámica de trabajo y algunos plazos. La Comisión sería la encargada de coordinar las diferentes instancias de articulación entre los distintos actores involucrados.
El miércoles siguiente se hizo la presentación del proyecto en la Universidad Austral. A los diecisiete de la primera reunión se sumaban ahora alrededor de setenta alumnos, motivados por el desafío que se les ponía por delante.
Siguieron meses de intenso trabajo. Reuniones en los estudios. Búsqueda de leyes, decretos y resoluciones. Análisis de la normativa recopilada. Elaboración de fichas. Llamados telefónicos y visitas personales a los diferentes organismos. Entrevistas con funcionarios del Estado. Reuniones en el Colegio de Abogados. Charlas interminables. Redacción del informe. Correcciones. Incluso algunas visitas a la Villa 21 y al Hogar de Cristo (centro de rehabilitación de adictos) para palpar bien de cerca la realidad del paco sobre la que estábamos trabajando.
Fueron meses de intenso crecimiento para todos.
Para la mayoría de los estudiantes fue el primer contacto con el trabajo pro bono y los introdujo, en palabras de la alumna Milagros Ibarzábal, en una nueva o más bien |