10/06/2009 - Declaración Pública

El Consejo de la Magistratura emplazado a reformarse

La utilización de la Justicia como herramienta electoral, fenómeno reciente del cual somos testigos impasibles los ciudadanos, demuestra la debilidad de ese poder por su falta de independencia producida por la incidencia del Consejo de la Magistratura como órgano de designación y remoción de magistrados.

La última reforma de éste cuerpo que acentuó la alteración del equilibrio entre los estamentos que lo componen –prescripto en la Constitución- otorgándole una amplia mayoría al sector político y, dentro de él, al oficialismo, fue en su momento duramente cuestionada por todos los sectores profesionales y ciudadanos sin distinción de ideologías y posturas políticas. Hoy las advertencias que se hicieron están a la vista y, lo que es más grave, a veinte días de la finalización de un proceso electoral cuyo origen y desarrollo ha estado signado por la arbitrariedad en su convocatoria, la utilización de artilugios de dudosa legalidad para engañar a los electores y, ahora, por los ataques montados para descalificar candidatos sacando a la luz hechos que han ocurrido hace mas de tres años y que nunca fueron investigados. Todo ello mediante el accionar de un Juez cuestionado ante el Consejo de la Magistratura que no ha llevado adelante la investigación de denuncias y donde surgen sospechas de conversaciones del magistrado con miembros políticos de ese cuerpo.

Todas las fuerzas de la oposición ahora predican la necesidad de la reforma del Consejo de la Magistratura como uno de sus puntos esenciales en el programa legislativo que proponen. Pero, lamentablemente, no se percibe una tarea conjunta entre éstas para proponer el contenido concreto de esa esencial reforma lo cual, nuevamente, crea la percepción de que ho hay ideas ni consensos en la forma de llevarla adelante.

El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires ha elaborado un proyecto de reforma que tiende a la restitución del equilibrio entre los estamentos, afianzar la figura de la Corte Suprema de Justicia de la Nación como cabeza del Poder Judicial al cual el Consejo debe estar subordinado en sus tareas de administración de ese Poder e instaurar un sistema de formación y designación de Jueces sustentado en concursos objetivos y en el fortalecimiento de una Escuela Judicial de excelencia. Dicho proyecto, ha sido distribuido entre todos los bloques de legisladores, organizaciones no gubernamentales y universidades, encontrando -hasta el momento-, una recepción limitada entre el sector político presumiblemente ocupado en la lucha preelectoral.

Frente a la clara judialización de la política, este Colegio insta a los partidos y candidatos a que elaboren un proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura que surja del consenso de las diferentes fuerzas políticas, para lo cual ofrece su proyecto como base de análisis.

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