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La Ley de Medios Censurados Autor: Mariano F. Grondona |
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Todos los que quieran un medio pero tengan fin de lucro, deben pasar por una licitación. Todos los que no padezcan ese objetivo, como los distintos estados y las entidades sin fines de lucro, pueden ser adjudicatarias de licencias en forma directa.23
De manera tal que el mensaje de quienes no persiguen ganar dinero es mejor que el de los que si lo desean. ¿No es esta, también, una forma estructural de controlar contenidos?
Los estados no tienen fin de lucro, pero los gobernantes si tienen fines políticos y son los que controlan el mensaje de los medios de comunicación del estado. Darles prioridad en las licencias de comunicación audiovisual a los estados es darles la prioridad a los gobernantes, que son aquellos a quienes justamente los medios de comunicación deberían controlar con su crítica irrestricta. Es éste un atentado de fondo contra la libertad de expresión. Que se agrava, además, porque los medios privados tienen la obligación de pasar las cadenas oficiales y los canales oficiales por sus programaciones.24
Y lo mismo ocurre con las entidades sin fines de lucro, pues que carezcan del objetivo de distribuir dividendos no quiere decir que carezcan de otros fines (políticos, por ejemplo) ni que puedan prescindir de fondos o subsidios estatales. Con lo cual la ley comentada vuelve a preferir el mensaje gubernamental y el de quienes reciben ayuda del gobierno a los mensajes libres, capaces de criticar y controlar. Es decir que con las prioridades otorgadas, el gobierno se garantiza un (enorme) sector de la prensa afín y censura a quienes podrían criticarlo, arrinconándolos.
Algo curioso también es que a los pueblos originarios se les puede otorgar licencias en forma directa, aunque tengan fin de lucro. ¿Será que se presume la sabiduría de su mensaje, aunque sea por plata?.25
5. Número y tipo de licencias
Es conocido que la nueva ley de Medios Audiovisuales, puso nuevos topes al número de licencias a otorgar a una misma persona como así también límites a quienes tienen licencias de medios y quienes producen contenidos. Es evidente que para mantener una cierta competencia tiene que haber límites y que estos deberían ser fijados, en realidad, por una autoridad dedicada a la defensa de la competencia.
Pero todos sabemos también que los nuevos límites establecidos son para quienes ya hoy los superan y han disgustado al gobierno con sus opiniones despechadas, fruto de un amor roto. De allí que el célebre artículo 161 dé solamente un año para desinvertir a quienes hoy superan las nuevas fronteras de lo políticamente correcto. Justo para que en el 2011, cuando haya elecciones presidenciales, el candidato oficial encuentre una fauna de medios más dóciles a las caricias oficiales.
6. Más Estado y más dádivas
23 Ver articulo 38.
24 Ver por ejemplo todo el detalle de estas obligaciones en el artículo 65. Ver también artículo 74 sobre publicidad política obligatoria.
25 Ver el mismo artículo 38. |