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Compromiso de Buenas Prácticas Pro Bono. Un hito más en el camino Autor: María Delfina Balestra y María de la Paz Miatello Serrano Redonnet |
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el objetivo de contribuir a profundizar el compromiso y favorecer el desarrollo y el crecimiento de la actividad pro bono dentro de los estudios.
Este Compromiso de Buenas Prácticas comenzó a gestarse casi un año atrás, cuando la Comisión Pro Bono presentó su Reporte Anual en presencia de los socios a cargo del trabajo pro bono de sus estudios miembros.
El mencionado reporte contenía un resumen del trabajo pro bono realizado por una veintena de estudios jurídicos de la Ciudad, y si bien era materia de orgullo por los objetivos alcanzados, también se presentaba como una oportunidad para la autocrítica constructiva, aquella capaz de ver todo lo bueno que se había hecho y se estaba haciendo, pero sabiendo que no tranquilos y contentos con eso era necesario ir por más.
Según el último Reporte de la Comisión, en el 2014, los estudios miembros trabajaron un total de 14.905 horas pro bono, lo que equivale a un incremento de 2.625 horas sobre las
12.280 reportadas hace cinco años cuando se empezó a llevar el registro. Detrás de cada una de esas horas está el esfuerzo y la dedicación de casi 600 abogados que participaron en más de 400 casos y proyectos pro bono de diversa índole.
Sin embargo, si tenemos en cuenta que los abogados que integran los estudios miembros de la Comisión suman alrededor de 1.100 y que los estudios asumieron el compromiso de aportar un mínimo de 20 horas anuales de trabajo pro bono por abogado, los números arriba mencionados dan cuenta de que todavía queda mucho por hacer.
Tomando en consideración la experiencia recogida en los primeros años de desarrollo de la práctica pro bono, los socios allí presentes entendieron que era necesario profundizar de alguna manera el compromiso de los estudios y los profesionales que los integran, asumiendo prácticas específicas que determinaran condiciones favorables y equitativas para que la actividad pro bono siguiera desarrollándose y extendiéndose dentro de sus organizaciones.
Muchas de las cuestiones que se discutieron en aquella oportunidad, y que hoy vemos plasmadas en el Compromiso, ya eran parte de la política institucional de algunos estudios y sirvieron de inspiración. Otras representaban un desafío para todos.
A continuación se sintetizan los seis pilares sobre los cuales se edifica el Compromiso de Buenas Prácticas Pro Bono asumido por los estudios firmantes y que constituye un hito más en el importante cambio cultural en el que estamos inmersos.
1. Ejemplo personal de los socios
Con la certeza de que las palabras mueven, pero los ejemplos arrastran, y de que la herramienta más valiosa a los efectos de la promoción del trabajo pro bono hacia el interior de los estudios es el ejemplo personal de los socios y profesionales de mayor trayectoria o
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