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El Memorandum de Entendimiento con Irán sobre el caso AMIA. Comentarios preliminares Autor: Emilio J. Cárdenas |
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Porque además de haberse eliminado (como era de suponer) a todas las candidatas mujeres y a un total de 678 pretendientes de todo tipo y color, se elimina de la carrera a los dos “pesos pesados” de la política iraní que procuraban enfrentarse entre sí en esos comicios. Al notorio delfín del presidente Mahmoud Ahmadinejad (que ya no puede ser reelecto), esto es al nacionalista y liberal en cuestiones sociales y religiosas, Esfandiar Rahim Mashaei (partidario esencialmente de separar los asuntos de la política de los de la religión) y al ex presidente y uno de los “fundadores” de la Resolución Islámica, Ali Akbar Hashemi Rafsanjani, de 78 años, que aparecía como el preferido de los reformistas, o sea de aquellos que habían derrotado a Ahamdinejad en el 2009 y fueron luego eliminados de la carrera con una horrible mezcla de fraude y de violencia. Por esta decisión, las elecciones presidenciales que se aproximan serán las más restringidas de todas, en la corta historia de la teocracia iraní.
Si, como no es imposible, Mashaei y Ahmadinejad pensaban usar el “Memorandum” para ensuciar o intimidar a Rafsanjani durante la campaña electoral, eso ya no ocurrirá.
Pero el “Memorandum” podrá, en cambio, ser utilizado para defender a dos de los candidatos aprobados, ambos procurados por la justicia argentina. Me refiero a Mohsen Rezai (el ex Comandante del Cuerpo de Guardianes de la revolución y actual secretario del propio Consejo de Discernimiento) a quien se tiene como el “cerebro” detrás de la organización del atentado contra la AMIA; y a Ali Akbar Velayati, un ex canciller, considerado como uno de los ideólogos del atentado contra la sede de la AMIA. Rezai tiene pedido de captura de la Interpol y estaría entonces “protegido” por el “Memorandum”. En buen medida, también lo estará Velayati.
Todos los candidatos aprobados hasta ahora son conservadores, con distintos tonos de un mismo verde islámico. Razón por la cual puede esperarse que la nueva administración tenga un firme control institucional de Irán, como nunca hasta ahora. Control completo, en consecuencia.
Hasta podría pensarse en eventuales reformas que eliminen al cargo mismo de Presidente, para así evitar que alguien, como ciertamente sucedió con Mahmoud Ahmadinejad, de pronto lo usufructúe en beneficio propio.
Lo cierto es que, si bien es claro que la decisión del Consejo de Discernimiento es tenida como final, hay un antecedente, ocurrido en 2005, en el que el Ayatollah Khamenei, el Líder Supremo, por decreto, aprobó una candidatura en particular: la de Mostafá Moin, |