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Una Jornada Intrascendente: A propósito del debate en el Senado de la Nación de la ley de expropiación de YPF S.A.
Autor: Pablo Rueda |
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los de mercado, el Estado siempre lo termina pagando en el largo plazo del algún modo u otro.
Por ejemplo, en el caso del congelamiento tarifario del 2002, los efectos sobre la variable Inversión son patentes y ya fueron debidamente explicados por los mismos senadores. Pero en el escenario de una empresa estatal, los costos de los subsidios encubiertos tampoco pueden ser evitados. Cuando una empresa estatal vende a precios subsidiados, sacrifica parte de la variable Inversión que necesita para sostener su nivel de reservas en el largo plazo. Y ese sacrificio lo termina pagando vía un costoso endeudamiento o lo termina pagando la gente con más impuestos para financiar el déficit de la empresa. Ese endeudamiento puede ser tanto o más caro que el mismo subsidio como lo advierte el senador Lores cuando recuerda la historia de los petrodólares de la década del setenta y su impacto en las empresas del estado.
Que quede claro. No es el propósito de este trabajo defender o atacar a los subsidios encubiertos vs. los subsidios explícitos. Si es el propósito demostar que la utilización de las empresas hidrocaburíferas para subsidiar otros sectores de la economía resulta en una herramienta que impacta negativamente en el desarrollo hidrocarburífero de largo plazo, en el autoabastecimiento, en aquello que se refirió el senador Martínez al decir “Y finalmente, … lo que nos lleva a acompañar esta iniciativa es plantear que lo más progresista y lo más revolucionario hoy en el área de hidrocarburos es buscar el autoabastecimiento nuevamente.”
5. Conclusiones
En primer, lugar debemos destacar un punto ajeno a las variables principales del desarrollo hidrocarburífero, pero que por su importancia corresponde mencionarlo. La Ley de Expropiación también deja pendiente la definición consensuada y de largo plazo, acerca del rol que le corresponden al gobierno federal y a los gobiernos provinciales en el desarrollo hidrocarburífero. Como evidencia del debate que dejó pendiente su resolución definitiva, destacamos lo dicho por los siguientes senadores. Dijo la senadora Parrilli: “Para no extenderme más quiero hacer una sola breve referencia a algunos comentarios que también escuché en el plenario de comisiones, en el sentido de que las provincias –y no hablo solamente de mi provincia sino de provincias que son productoras de petróleo– tienen una capacidad muy limitada para negociar en condiciones parejas con las empresas de petróleo. Creo que esto de ninguna manera es así.” Dijo la senadora Borello (UCR-Córdoba): “Me toca representar en este recinto a la provincia de Córdoba. Por eso insisto que Córdoba debe ser parte accionaria de YPF, debe tener su cuota de acciones en la futura conformación de YPF y debe percibir, por supuesto, las ganancias para poder reinvertirlas en obras de infraestructura de mi provincia. Está en juego no sólo la soberanía nacional sino el concepto federal de país para lograr una soberanía federal también. El proyecto oficial no es federal, pues obliga al conjunto de las provincias a pagar la expropiación, pero sólo algunas de ellas van a participar de las acciones”. Dijo el senador Nikisch (Alianza Frente de Todos-Chaco): “Entonces, qué decimos nosotros a los amigos senadores de las provincias que tienen petróleo –Tierra del Fuego, Chubut, Neuquén, Río Negro, Mendoza–, que no producen absolutamente ni un kilo de soja, pero que reciben, al haberse adherido, los recursos provenientes de ella. Podemos decir que el Chubut, por ejemplo, senador Guinle, tenía proyectados 163 millones de pesos solamente el |
