Reflexiones
Camino de servidumbre
Ley anti-antiterrorismo: una muestra más de la expansión injustificada y abusiva del derecho punitivo
El Arbitraje en el Proyecto de Unificación Legislativa
Una Jornada Intrascendente: A propósito del debate en el Senado de la Nación de la ley de expropiación de YPF S.A.
Sobre el comienzo de la existencia de la persona
Algunas advertencias sobre el Digesto Jurídico Argentino
Seguro de caución para garantías judiciales
Declaraciones Públicas
 


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N° 28.581 ISSN 0325-8955

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  Una Jornada Intrascendente: A propósito del debate en el Senado de la Nación de la ley de expropiación de YPF S.A.
Autor: Pablo Rueda
  Finalmente resta referirnos a la variable Inversión. La Ley de Expropiación también omite regular esta variable que es en la actualidad la que más afecta el desarrollo hidrocarburífero argentino. Es respecto de esta variable donde más se destaca la intrascendencia de la ley de expropiación de YPF en el desarrollo hidrocarburifero en el largo plazo. Decía la senadora Estenssoro respecto de la situación de YPF en el año 1995: “Cuando mi padre murió, en 1995, YPF se había transformado en una multinacional argentina, de capital mixto, público privado, controlada por el Estado Nacional con yacimientos en Bolivia, Perú, Ecuador, Estados Unidos, Rusia e Indonesia. Era la petrolera número once en el ranking mundial.”

En la Argentina, desde el año 2002 y particularmente desde el año 2004, la variable Inversión carece de los presupuestos necesarios para su existencia. No hace falta recordar que en el año 2002 se intervinieron los precios de venta de los hidrocarburos en el mercado interno. En el año 2004, se agudizaron las retenciones a las exportaciones y se liquidó el negocio de exportación de gas natural, impidiendo a las empresas locales obtener financiamiento a través de tales proyectos. Tan solo imaginemos el potencial de financiamiento de nuestros yacimientos de gas no convencional, si no se hubiera liquidado el mercado regional de nuestro gas natural. No se trata de juzgar las razones por las cuales el gobierno decidió liquidar ese mercado, simplemente advertir que la existencia de un mercado de exportación es sumamente relevante para el desarrollo del sector y, bien regulado, debiera aumentar la oferta de de hidrocarburos en el mercado interno, en vez de limitarlo como entienden muchos con miopía. Yerra el senador González (FPV-Santa Cruz) cuando afirma que: “Un país en crecimiento permanente necesita energía. Por ello, hay que preocuparse cuando se exporta energía.” Y yerra mucho más el senador Fernández (FPV-Buenos Aires) cuando afirma: “En ese sentido, la senadora Negre de Alonso expresó que se vendía el gas a Chile a precios impresionantemente bajos. Entonces, yo siento que en la primavera tengan que juntar leña pero, ¡primero los argentinos! Discúlpenme. Yo sigo creyendo en esa visión; y después, con todo gusto, estarán los hermanos latinoamericanos. Pero recordemos que las tres virtudes teologales son la fe, la esperanza y la caridad; y la caridad bien entendida empieza por casa.”. El mercado regional del gas natural era importante para el desarrollo energético del país, y su extinción no hizo más que agravar la crisis del sector en el largo plazo, dando un magro alivio en el corto plazo. Obviamente, hoy ya no estamos en condiciones de ni siquiera pensar en esa posibilidad.

Las medidas que determinaron la inexistencia de condiciones razonables para la inversión hidrocarburífera son doblemente gravosas para el desarrollo del sector, ya que así como a través de la intervención en los precios internos, se desalentaron nuevas inversiones para incrementar la oferta de hidrocarburos, los precios de energía artificialmente deprimidos también fomentaron un consumo extraordinario. Así el efecto de reducción de las reservas existentes es doble, ya que afecta tanto los niveles de incorporación de nuevas reservas como la velocidad del agotamiento de las reservas existentes. Es por ello que a pesar de que pudiera haber incorporación de nuevas reservas, las medidas de fomento del consumo pueden determinan que las mismas sean insuficientes para sostener los niveles anteriores a la intervención. Al respecto dijo la senadora Parrilli: “Insisto, esto no solamente se debe a la disminución de la producción, sino también al enorme crecimiento que ha tenido este país, al aumento de consumo que ha tenido la industrialización, el aumento del
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