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APUNTES SOBRE VALORES Y LIBERTAD EN EL DERECHO PENAL Autor: Roberto Durrieu |
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generadoras de un comportamiento rebelde, siempre colocadas en cabeza de terceros, incluso víctimas de los actos criminales.
Más adelante, casi de inmediato, apareció el abolicionismo, que en realidad no pretendió desde un comienzo la supresión del derecho a castigar el agravio a valores fundamentales de la sociedad, consagrando de esa manera el anarquismo, sino que advirtiendo con sagacidad la imposibilidad práctica de imponer la tesis con amplitud, llevando más allá el planteo que el de una pura especulación doctrinal, comenzó a utilizar el término abolir como una política encaminada a la disminución de la efectividad preventiva y represiva de la pena.
No se pregona, por ende, lo imposible de lograr de la noche a la mañana,o sea la supresión del sistema sancionatorio como último motivo, sino de minarlo, de corroerlo, en definitiva de debilitarlo de tal manera que su eficacia desaparezca como único sistema idóneo para evitar el ataque a los principios fundamentales. Consecuentemente, esta inteligente y deletérea teoría quiere lograr, lo cual en algunos casos de derecho positivo obtuvo, el desprestigio de la pena como medio de protección al mínimum de un mínimum de ética.
Los europeos, salvo en contadas excepciones y con claros límites, mantuvieron sus trabajos en los ámbitos especulativos universitarios, cuidándose (la conducción política) de llevar a la práctica mediante la sanción de leyes, la denominada corriente abolicionista.
El padecimiento nacional
Años más tarde, en América Latina y, ciertamente en nuestro país, al arribar las ideologías señaladas, lo hicieron con mayor virulencia y apoyo político. La Argentina sufrió como el que más, la introducción, en su esquema preventivo-represivo, de estas ideas
Los porcentajes de aumento delictivo desde comienzos de abril de 1984, al iniciarse la sanción de las leyes tanto de derecho material |