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Reflexiones
Autor: Nota del Director |
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Si a ello se agregan las restricciones que la ley establece a las empresas de medios para que éstas puedan financiarse, y la injerencia de la nueva Autoridad Federal de Servicio de Comunicación Social para incidir en la adjudicación o aprobación de la transferencia de licencias, no es difícil imaginar quiénes serán los adquirentes de las nuevas licencias.
No sólo la ley en sí misma genera preocupación para la salud institucional del país, sino también el hecho de que una parte de la oposición resultó funcional a los planes del Poder Ejecutivo, quien a través de toda clase de recursos continúa cooptando la voluntad de legisladores que aparentemente revestían en la oposición.
Este proceso fue reforzado con otras conductas igualmente preocupantes. Entre ellas, la masiva y misteriosa inspección de la AFIP al diario Clarín (del cual nadie en el Gobierno se hizo cargo ni dio mayores explicaciones), los bloqueos en las plantas de distribución de los diarios La Nación y Clarín por piquetes sindicales afines al gobierno quien actuó con pasividad cómplice antes estas vías de hecho, y los conocidos intentos del Secretario de Comercio de controlar a Papel Prensa (y a través de esta empresa de la producción del papel para los periódicos). Para esto último, y siguiendo la práctica del INDEC, se recurrió primero al desplazamiento de funcionarios en los organismos de control y en la sindicatura de la empresa para colocar otros más permeables a los planes del gobierno, y más recientemente se procura sumar al Congreso en el hostigamiento a La Nación y Clarín que son los principales accionistas de Papel Prensa.
Este conjunto de acciones legislativas, regulatorias y vías de hecho motivó que la Sociedad Interamericana de Prensa en su última reunión en Buenos Aires en noviembre pasado expresara su grave preocupación por la libertad de prensa en el país.
El deterioro institucional del sistema electoral
No menos preocupante resultan otros intentos del Poder Ejecutivo para debilitar la oposición a fin de asegurar su perpetuación en el poder. El ejemplo más reciente es el proyecto de ley de reforma política que el gobierno impulsa a “tambor batiente” con la indisimulada intención de presentar otro hecho consumado antes del cambio legislativo que se produce el 10 de diciembre.
Este nuevo proyecto no resuelve ni mejora ninguna de las corruptelas que afectan nuestro sistema electoral como las listas sábanas, la ausencia de una boleta única o el voto electrónico para terminar con los “ejércitos” de fiscales que se requieren para impedir fraudes electorales. Sí, en cambio, el nuevo proyecto de ley debilita a los partidos de menor envergadura y los torna en dependientes de la financiación estatal.
En el interín, se confirmó lo que la sociedad anticipó: que las candidaturas testimoniales en la última elección del 28 de junio pasado no eran más que una maniobra fraudulenta. Concretamente, 26 candidatos “testimoniales” no han asumido sus bancas. Por ejemplo, en el caso de la Provincia de Buenos Aires, tres de los primeros cuatro candidatos de la lista de diputados declinaron asumir sus bancas, incluyendo el actual gobernador de la provincia, un ex–Jefe de Gabinete Nacional y una conocida artista devenida en candidata política.
La acumulación de poder |
