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LA INDEPENDENCIA JUDICIAL PROTEGE LOS DERECHOS DE LOS CIUDADANOS Autor: Patricio Petersen |
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Estas actitudes revelan la pobre imagen que los funcionarios de diferentes poderes del Estado tienen de la justicia y del respeto que ella merece. ¿O muestran quizá la falta de entendimiento acerca de lo que significa el concepto de independencia judicial? Nos alarma comprobar que la enfermedad avanza. Ahora nos encontramos en el plano nacional, con presiones, reclamos airados y anticipos de destituciones públicas, conductas de funcionarios que sólo propician que el ciudadano respete cada vez menos a la institución judicial y no recurra a ella como garantía de sus derechos.
El principio de independencia está universalmente aceptado como parte esencial del equilibrio de poderes en el constitucionalismo moderno y así lo ratifican prácticamente la totalidad de los Códigos de Ética Judicial vigentes, con diversas acepciones.¿Por qué los códigos de Etica? Porque independencia y ética son dos conceptos simbióticos para el Poder Judicial. Caminan de la mano para lograr grandes objetivos: correcta valoración de los hechos y una interpretación consciente de la ley por parte de los jueces, responsables de las decisiones. El juez debe prescindir del interés, opinión, presión o amenaza de terceros, no importa de donde éstas provengan. Un magistrado debe dejar afuera del juzgado a los medios de prensa, poderes económicos y poderes públicos, partes en conflicto y aún a la misma opinión pública, a la hora de dictar sentencia o de tomar las medidas pertinentes en una causa. No significa que se encierre en una burbuja y nunca informe sobre su accionar, significa que cuando juzgue lo debe hacer en forma independiente, sabia y responsable, sin atender a las presiones de quienes quieren decirle cómo hacer su trabajo. La Constitución Nacional también es clara en este aspecto y contempla mecanismos institucionales que permiten destituir a un juez en caso de que éste no cumpla con su misión. |