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AVANCES HACIA UNA JUSTICIA MODERNA Y EFICAZ Por Rosalía Silvestre
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Pre-tecnológicos y post-tecnológicos. Así podríamos clasificar en nuestros días a la sociedad. No es este el lugar donde ahondaremos en algún análisis sobre la revolución universal que ocasionó la computadora e Internet en el mundo que terminó así de globalizarse definitivamente.
Solo lo menciono porque en poco tiempo –en términos históricospasamos de la carta manuscrita al mensaje de texto vía celular, e-mails, páginas web, facebook, digitalización de datos, etc.
En nuestro metier, para ir enfocando el tema objeto de este artículo, los que doblaron el codo de los 50 años recordarán muy bien cómo se tomaban notas manuscritas –no se había inventado la fotocopiadora- de los expedientes en las mesas de entrada de los Juzgados, con el tiempo que ello implicaba; los escritos judiciales que fueron primero de puño y letra, luego mecanografiados en la Remington o la Olivetti, el uso del “papel carbónico” que además de dejar huellas de tinta en las manos de las abnegadas secretarias, junto a las hojas (papel Romaní) debían ser sacados de la máquina y aquellas “dadas vuelta” cuando finalizaba la página donde se plasmaba el bagaje jurídico-intelectual de que se tratare. ¡Y ni hablar si había un error!, cuando no existía el “liquid” ni los papeles borratinta, había que usar la goma de borrar. Peor aún si resultaba que, leída la trabajosa pieza, el letrado descubría que faltó un párrafo que juzgara imprescindible para una buena defensa o acusación; en este caso se hacían malabares para “salvar” algunas páginas al intercalar los agregados. El anecdotario es infinito.
Ellos, nosotros, somos los que llamo “pre-tecnológicos”. Lo cierto es que, para no quedar fuera del sistema, tuvieron / tuvimos que dar el salto para pararnos del mismo lado que los “post-tecnológicos” (aquellos nacidos a partir de los 80). Y aquí estamos. Usamos la tecnología como una |