|
Juicio a la Nueva Corte Suprema (2003-2009)28 Autor: Horacio M. Lynch |
|
que da legitimidad, es crucial revisar su propia legitimidad. Ello justifica este breve relato.
2.1 El recambio: un pésimo antecedente
En el crepúsculo del período triste del Alto Tribunal - entre 1989 a 2002 -31 luego de la crisis, junto con el reclamo de “que se vayan todos”, en 2002 se inició una embestida contra la Corte Suprema, seguramente justificada, pero desmesurada y de consecuencias impredecibles. Los cuestionados políticos se ensañaban con los magistrados como forma de lavar sus propias culpas. Aún cuando los cargos eran graves, la saña y la parcialidad empañaron el proceso.32 Este intento fracasó pero al asumir Kirchner en 2003, recomenzó otro más selectivo, en condiciones igualmente anormales, iniciado con una preocupante arenga al Congreso transmitida por cadena nacional para que enjuiciara a sus integrantes (que a su vez parecía contestar un planteo extorsivo que la Corte le hacía). A todos alentaba tener a nuevos juristas en el Alto Tribunal y terminar con la pesadilla anterior, pero era grave la forma como se intentaba el recambio. De todas formas el entusiasmo por el cambio hacía olvidar o disimular las desprolijidades que estaban ocurriendo.33
Aún cuando la opinión pública pedía una renovación, el recambio es negativo por cómo se hizo. Los cuestionamientos a sus anteriores integrantes, por sus antecedentes (o carencias) y por su actuación durante la época de Menem y especialmente durante la presidencia de Duhalde (cuando presionaban al gobierno con el corralito), no justifica la forma cómo se los removió: en todo caso, se debió dirigir mejor el juicio político. Además, el recambio fue selectivo sin que se explicara por qué a unos sí y a otros no, cuando todos estaban cuestionados. Las vacantes se conseguían en base a presiones y operativos de prensa. A los ministros Moliné y Boggiano les promovieron juicios políticos arbitrarios basados en sentencias judiciales con las que se podría o no coincidir pero estaban adecuadamente fundadas y firmadas por otros ministros a los que no se los acusó. Lo ocurrido dejó un pésimo antecedente para el futuro. A veces, violar el debido proceso es más negativo que lo que se podría ganar cambiando a las personas.
2.2 Los reemplazantes – Un barniz institucional: el Decreto 222/03 y la ley 26.183 de reducción del número de Ministros
31 No siempre se recuerda que el primer proyecto de ampliar la Corte partió de Alfonsín, que no lo logró. Luego Menem obtuvo la ampliación del número – de 5 a 9 -, produciéndose luego dos renuncias, que le permitieron designar a dos más. V. VERBITSKY, Horacio LOS AÑOS OSCUROS, Página 12, Dom 19Nov06, .
32 Me refiero al juicio político que, durante la administración de Duhalde, se intentó contra los integrantes de la Corte Suprema de entonces,y que fuera desestimado. Hablo de parcialidad y desprolijidad, amén de obedecer las órdenes del PE., porque en verdad, había muchos cargos consistentes y graves, como la Acordada que exime de pagar impuestos a los jueces, la que impide la aplicación de la Ley de Ética Pública, la que otorga un plus salarial por desarraigo a Nazareno, el uso de automotores de los procesados, las filtraciones de información sobre fallos, dilapidación de recursos, y otros. V. .
33 Varias ONG aunadas bajo el lema de UNA CORTE PARA LA DEMOCRACIA propusieron el Decreto 222/03- -de autolimitación‟ en los nombramientos, que Kirchner rápidamente aceptó pues le sirvió para disfrazar de calidad institucional un verdadero putsh contra la Corte. Y en 2005, cuando el entonces Presidente de la Nación, incumpliendo su propio decreto, se negó a continuar completando el Tribunal, se le propuso a la actual Presidenta aprovechar la circunstancia para disminuir la cantidad de ministros, y nuevamente se disimuló su actitud antirrepublicana. |