Martes, 7 de Agosto de 2007

156º Almuerzo de Confraternidad. Disertante invitado: Lic. Rosendo Fraga

Palabras del Dr. Enrique del Carril

En este 156º Almuerzo de Confraternidad hemos invitado al lúcido comentarista político Rosendo Fraga, a fin de que nos ilustre sobre la situación política y electoral de nuestro país.

Creo que los últimos acontecimientos nos dan algunas expectativas positivas. Desde el Colegio venimos insistiendo en la gravedad del deterioro institucional que atraviesa nuestro país, y creemos que lamentablemente el Gobierno nacional que hoy tenemos ha contribuido a este deterioro. Sin embargo, con los acontecimientos en Misiones, la elección en Neuquén, en Tierra del Fuego y ahora en la ciudad de Buenos Aires, se despierta un cierto optimismo, no porque pensemos que pueda perder el poder el partido que hoy lo tiene, sino porque ahora sí puede constituirse una oposición que lo controle, y así se aleje el riesgo del unicato o del totalitarismo.

Ante esta perspectiva, nuestra idea fue invitarlo a Rosendo Fraga, para que nos exponga su análisis sobre qué perspectivas visualiza en este interesante momento político que estamos viviendo, no tanto a corto sino a mediano y largo plazo. Lo dejo en uso de la palabra.

Exposición del Lic. Rosendo Fraga

En el desarrollo de la presentación se llevó a cabo de un modo coloquial , seguidamente se transcriben las preguntas formuladas por los asistentes, que en la oportunidad colmaron el Salón Vélez Sarsfield

-Pregunta: ¿crees que se puede repetir el fenómeno de la elección de Macri, que se dedicó a hablar de cuestiones concretas, sin referencia a marcos políticos ideológicos en el orden nacional?

-Lic. Rosendo Fraga: Mi respuesta es, sí. Hermes Binner me dijo la semana pasada (antes del domingo 24), que él iba a hablar sólo de gestión, porque la gente está cansada. Es un candidato socialista a gobernador en Santa Fe, que hoy tiene 9 puntos de ventaja respecto a cualquier candidato justicialista. Y fijémonos que la victoria más relevante que va a tener un candidato de centro izquierda en la Argentina va a ser ésta de Santa Fe. Desde la Ley Sáenz Peña nunca un candidato de centro derecha había ganado ni en Capital Federal, ni para diputados nacionales, ni para senadores, ni para concejales. A su vez, nunca, desde la Ley Sáenz Peña, la centro izquierda gobernó ningún distrito, como ha pasado ahora en Tierra del Fuego y pasará en Santa Fe. Cuando hacemos esta referencia histórica vemos una señal de que algo puede cambiar; está habiendo cierta ruptura histórica. Binner dice que si se mezcla en lo político o ideológico en Santa Fe, se va a complicar. Está percibiendo en Santa Fe lo mismo que en buena medida se ha registrado en la Capital.

Reflexiono sobre un hecho que me parece muy importante: anteayer se cumplieron cinco años de Kosteki y Santillán. Prácticamente el hecho no estuvo presente. ¿Cuánta gente pueden hoy movilizar los piqueteros por los cinco años de Kosteki y Santillán, que para su movimiento es yo diría el hecho más simbólico?, no tuvo más de 200 personas. Y esto, guste o no, nos está diciendo que hoy la sociedad tiene un grado de des-ideologización bastante mayor que hasta hace pocos meses.

Ahora bien, la des-ideologización generalmente favorece a la derecha; la ideologización favorece a la izquierda. Cuando las sociedades se ideologizan gana la izquierda, y lo inverso también ocurre. Normalmente los valores de gestión están más cerca de la derecha, como normalmente los valores ideológicos están más cerca de la izquierda. Por eso la izquierda siempre dirá que la gestión es una trampa, es un engaño. Yo veo claro que en Santa Fe habrá una elección donde Binner va a plantear gestión. En la provincia de Buenos Aires, yo diría que va a pasar lo mismo: Scioli no hará ninguna campaña ideológica, no está haciendo campaña ideológica sino de gestión. Scioli des-ideologiza y al hacerlo gira a la derecha, porque se diferencia de Kirchner. La des-ideologización de Scioli hoy es hacer un discurso totalmente diferente al del Presidente. Por ejemplo, el sábado Scioli concurre al 50º Aniversario de la creación del Obispado de Mar del Plata, y dice que “siempre la Iglesia Católica ha estado en una actitud positiva para la Argentina”. Totalmente distinto al planteo del Presidente, y lo dice públicamente. Entonces tenemos que en Capital funcionó un discurso de gestión, en Buenos Aires, a mi parecer también va a funcionar un discurso de gestión, igual que en Santa Fe, y acá estamos sumando un 60% del país. Creo que en otras provincias puede pasar lo mismo, aunque en otras puede que no.

Observo Tierra del Fuego y Santa Cruz, y me pregunto si el triunfo de Fabiana Ríos es un triunfo de gestión o de ideología. Mi impresión es que tiene más de gestión que de ideología ese triunfo, porque hubo un durísimo cuestionamiento a la gestión en términos de corrupción, que es también lo que pasa exactamente en Santa Cruz en estos momentos. Al presidente Kirchner le preocupa mucho más lo de Tierra del Fuego que lo de Capital. Lo de Capital en el interior tiene un efecto relativo; electoralmente no anticipa nada en las provincias. Pero, fíjense cuál es la situación de Santa Cruz, donde Acevedo podría ser candidato del ARI, porque el impacto de Tierra del Fuego en Santa Cruz sí es un impacto electoral directo. La crisis de Santa Cruz, ¿es de ideología o es de gestión? Si se observan los personajes de la crisis, tiene mucho más de gestión que de ideología. Entonces, yo diría que: primero, el tema de la gestión se va a repetir; segundo, la des-ideologización de la gestión tiene un efecto ideológico, y es que el electorado se corre más a la derecha que a la izquierda.

Imaginemos el 2011, primero vayamos al mundo, porque lo que allí ocurra puede tener bastante efecto sobre lo que nos suceda aquí. Si miramos los últimos 45 días de la política europea, tenemos que Francia giró a centro derecha, Bélgica giró a centro derecha, en España ganó el Partido Popular y en Italia ganó Berlusconi. En realidad se están alineando con una Merkel, cuya gestión política y económica ha resultado mucho más exitosa de lo que se preveía. Si tomo Gran Bretaña, hoy Gordon Brown está cuatro puntos por debajo del candidato conservador. Sin hablar de los países nórdicos y de los países bálticos, que también están girando a la derecha. Los socialdemócratas han perdido en Finlandia, y en los países bálticos hay un fenomenal giro a la derecha por reacción contra los rusos. Estonia y Lituania están demoliendo los monumentos conmemorativos del fin de la Segunda Guerra Mundial, para demoler los signos comunistas.

Claramente Europa tiene un marcado giro a centro derecha en este momento. La historia contemporánea nos muestra que los cambios de tendencia en la política europea llegan a estas playas tres o cuatro años más tarde. Entonces, es probable que en Brasil dentro de tres años y medio el desgaste de Lula lleve al poder a un candidato de centro derecha, y es probable que el desgaste que está teniendo Bachelet en Chile lleve a Piñera, otro candidato de centro derecha al poder. Es probable que también Argentina, cerca del 2011, llegue a tener un giro similar en la elección presidencial, si es que en 2007 seguimos en esta línea, porque en política nada es seguro, como lo vamos a analizar después. Y hasta habría que discutir si en Uruguay, que tendrá la elección antes que Chile, Brasil y la Argentina, al no haber reelección de Tabaré, los partidos tradicionales no recuperan alguna chance de ganar.

Puesto así en este contexto del giro que ha tomado la política europea, esa situación que vivimos desde hacia varias décadas, de que el giro europeo nos llega con algunos años de demora, y visto que sobre el 2010/2011 cambiamos de presidente simultáneamente en Brasil, Chile, Argentina y Uruguay, pudiera ser que el Cono Sur tome esa dirección político-ideológica.

Si hoy me preguntan -y vamos a usar la conjetura, que es un instrumento para el análisis político- cuáles son los dos políticos argentinos con más chance hacia el 2011, yo les digo que son Macri y Scioli. Por dos razones, primero: quien es Jefe de Gobierno de la Ciudad o Gobernador de Buenos Aires, tiene ventaja sobre los otros, parte con ventaja; segundo: los dos se están moviendo en una línea ideológica acorde con un cambio que podríamos llamar de gestión o centro derecha. Pero sucede que eso nos lleva a otra gran cuestión, con lo que dije de Binner me permito imaginar lo que va a ocurrir de acá al 2011 y decir que las dos novedades políticas del 2007 van a ser Binner en Santa Fe y Macri en Capital, y entonces podría imaginar que en el 2011 hubiera una coalición de centro derecha con Macri o una coalición de centro izquierda con Binner. Si eso fuese así, se habría producido una profunda renovación de la política argentina, porque en realidad, entre 1945 y 2003 todos los presidentes electos, o salieron del tronco radical o salieron del tronco justicialista. Con lo cual si se fuera a una opción Macri o Binner en el 2011, estaría teniendo por primera vez una opción no justicialista ni radical, y estaría ocurriendo una renovación muy profunda de la política.

Esto puede parecer posible y deseable, pero en el medio hay que resolver una enorme cuestión: ¿qué pasará con el peronismo? Porque el peronismo viene teniendo esa fenomenal capacidad de ser oficialismo y oposición a la misma vez. Y una enorme capacidad de producir los giros ideológicos, de ir de un extremo al otro, digamos Menem-Kirchner, con la bisagra de Duhalde en el medio. Perfectamente podría pasar que en el giro a centro derecha que esté dando la sociedad en el 2011, se genere en el mismo peronismo a través de Scioli.

Bien, el razonamiento con vistas al 2011 es bastante claro, estamos viendo la opción entre Macri y Scioli. Pero ahora podrían ustedes decirme qué hay de una candidatura presidencial de Scioli para este 2007. Para hablar de ello tendríamos que bajar a la trastienda de la política. ¿Qué es lo que ha pasado en las últimas 72 horas con la candidatura de Scioli? Ha pasado que el impacto que produjo el domingo en la política argentina es mucho más fuerte de lo que parece. Yo diría que Misiones produjo un impacto muy fuerte, terminó con el proyecto de reelección indefinida. De ahí en más, pasó a estar lo que yo llamo el proyecto de reelección indefinida ‘light’ 4 + 4 + 8 = 16. Sería hablar de 16 años en la versión del proyecto de reelección. Mi impresión es que entre abril y mayo se terminó el proyecto light de reelección indefinida. Pero como la oposición está dividida, ningún candidato opositor puede pasar del 30%, y están sin chance de ganar. Sin embargo, el domingo empezó a ser posible, aunque poco probable el 40% menos un voto. Y eso cambia absolutamente todo, porque como no corren los 10 puntos de ventaja, si fuera 40% menos un voto, la oposición automáticamente resuelve, porque el que quedó segundo, sea con el 15, o el 20 o el 25%, automáticamente se transforma en quien va a concentrar el grueso del voto opositor. En realidad, el gran cambio que me produce la visión de la política y de los políticos, es que pasó a ser posible el 40% menos un voto, y esto me cambia absolutamente la visión que tenía, que era: oposición dividida, nadie supera el 30%, no hay chance.

El primer impacto de este cambio de visión es que Kirchner haya dicho que la fórmula presidencial se va a definir a fines de agosto y no a fines de julio. Se tomó un mes más, lo cual me parece totalmente lógico, frente a un cambio tan dinámico de la situación política. Si la definición de la fórmula pasa a fin de agosto, esto está diciendo que las chances de que sea Cristina están bajando. Y esto repito, es lógico, porque si el 40 menos un voto pasó a ser posible pero poco probable, 4 a 6 puntos de diferencia entre Kirchner y Cristina llegan a ser vitales. Antes yo decía que era lo mismo, porque si Kirchner va a sacar entre el 55% y el 60% y Cristina entre el 45% y el 50%, y enfrente no pueden juntar 30 ¿qué importa? Pero esto es lo que hoy ha cambiado.

Si Kirchner es candidato a presidente ¿qué pasa con Cristina? Cuidado, que todas estas conjeturas determinan las acciones del presente; muchas veces los pronósticos y las conjeturas son importantes no tanto porque se cumplan o no se cumplan, sino porque se plantean. Bueno, Cristina podría ser canciller, yendo plenamente al terreno que le gusta, relaciones internacionales. Podría ser vicepresidente, en quien Kirchner delegue ya con más sustento institucional el manejo de las relaciones internacionales, o podría ser la candidata a gobernadora de Buenos Aires. En este último supuesto, ¿qué pasa con Scioli? A lo mejor termina pasando lo que en el fondo el Presidente siempre quiso que suceda. Scioli ha advertido que si él no es candidato a gobernador, está dispuesto a ir a la ruptura con Kirchner, y le salió muy bien, porque lo que hizo Kirchner ayer automáticamente fue llamarlo y decirle que lo confirma gobernador. Lo que terminó haciendo Scioli fue amenazar que si lo bajaban de la gobernación les iba a contestar convirtiéndose en candidato a presidente.

Y eso ahora le complica mucho la vida a Kirchner, porque es el candidato que rompe más al peronismo, y además sería el candidato más votado por la oposición en una opción frente a Kirchner. Lo ocurrido en las últimas 72 horas fue tan rápido, que viendo Scioli la posibilidad de que haya un cambio arriba y lo desplacen de la provincia, está dispuesto a ir “por todo”. Y hasta ahora le salió muy bien, Kirchner le pidió a Scioli que desmienta esa versión, Scioli se negó a desmentir. Kirchner quería que él dijera: ‘de ninguna manera yo aliento la expectativa de ser candidato a presidente’. Scioli eludió la desmentida, lo cual me confirma el punto de vista de que hoy, hoy, quizás Macri y Scioli sean las figuras con más futuro político para el 2011.

Pero acá lo más importante que se ha roto en estos días tiene que ver con la ética política. Se rompió el principio de que el que tiene la caja manda y siempre gana. Y la ruptura de ese principio cínico en que había entrado la política argentina es fundamental, tanto en la visión institucional de la política como en la visión ciudadana de la política. Hasta este mes de junio en que Kirchner pierde en Neuquén, Tierra del Fuego y Capital, la idea era que quien tiene la caja manda. Con el superávit fiscal que tiene este gobierno y los superpoderes para usarlo, no podía perder la elección. El aumento del gasto público del primer cuatrimestre ha sido del 47%, un aumento de gasto electoral.

Así y todo, el Gobierno ha perdido las tres elecciones. Se ha roto aquel principio y eso juega un papel muy importante en la política. Tierra del Fuego tiene un padrón de 92.000 personas, de las cuales 70.000 votaron. Con el superávit fiscal récord que tiene el Gobierno, con un gasto electoral per cápita en Tierra del Fuego sin precedentes, con todo eso, han perdido la elección. Esto da una definición muy positiva del cambio que se está produciendo, porque está reflejando que la política tiene cierta autonomía del dinero, en primer lugar. Luego, muestra que se pueden cambiar cosas con la política, si los valores ciudadanos juegan un papel. Si me dicen que hay un 80% de chances para el oficialismo y un 20% para la oposición, yo les digo que hoy 28 de junio faltan exactamente 120 días para la elección presidencial.

Hasta noviembre, el Gobierno hablaba de adelantar la elección para marzo o abril, porque pensaba que en el 2007 se le podía complicar al no saber si el control de precios y la energía le iban a aguantar. Si lo hubiera hecho, Kirchner era reelecto con el 60% de los votos, pero finalmente no se adelantó la elección porque los economistas le dijeron que en este año no habría ningún problema: la economía seguirá creciendo, el control de precios le aguantaría, y con el superávit fiscal que tiene, “si llegara a faltar energía, la importa” (textual). En base a este análisis económico, que era sostenido por el 90% de los economistas argentinos, el Gobierno decidió dejar la elección para el 28 de octubre. Pero yo creo que lo que está pasando tiene más que ver con la política que con la economía, aunque evidentemente la energía es un tema que se suma. En cuanto a la energía, de acá en más lo que podemos discutir es cuán negativo va a ser el escenario, no cuán positivo.

Pregunta: ¿Cuál es el camino de la oposición que usted vislumbra, de acá a octubre?

-Lic. Fraga: Yo diría qué es lo deseable: que se creara una coalición que obtenga el 30% o 40% de los votos. Pero eso no puede pasar, es imposible una coalición electoral que reúna a Lavagna, a Carrió, a López Murphy. Por eso, lo que hará la oposición es ir todos divididos, pero todos contra Kirchner; es decir van a hacer un acuerdo de no agresión entre los candidatos opositores, y toda la acción contra Kirchner. Van a tratar de propugnar un candidato justicialista antikirchnerista. Supongamos Ramón Puerta, que saque 5 puntos, pero esos 5 puntos van a estar restando del voto del oficialismo y pueden estar haciendo la diferencia 40 menos uno. Y el que saca más votos, sea 15%, 18%, 25% es el que va a concentrar el voto opositor en una segunda vuelta. Es lo único posible hoy para la oposición, porque armar entre candidatos tan diversos una coalición en la primer vuelta es imposible. Entonces, lo que veo es esto: un esfuerzo por un candidato justicialista antikirchnerista, no agresión, y todos apostando a que finalmente saquen 40 menos uno.

Vuelvo a la idea: hoy, como está la política yo diría que hay un 20% de chance para esta estrategia, pero en 120 días es más posible que ese porcentaje aumente y no que baje.

-Pregunta: Cuál es el rol de Estados Unidos en América Latina?

-Lic. Fraga: Yo te diría que Estados Unidos en este momento no gravita, porque ha decidido no gravitar. Se ha dado cuenta, con mucho realismo, que hubo doce elecciones presidenciales en América latina entre fines de 2005 y fines de 2006, que comprendieron al 77 por ciento de la población latinoamericana, y comprendieron de que el apoyo americano a un candidato, le hace perder la elección a ese candidato. Con lo cual ha habido un giro muy interesante, ahora es Chávez el que quiera gravitar, aunque ganó sólo en tres países: Ecuador, Nicaragua y Bolivia, tres países que si suman población, territorio y PBI, representan muy poco.

En el plano estratégico, la política de Estados Unidos para América del Sur es explícita, se le ha delegado a Brasil ocuparse de América del Sur, ellos no se ocupan más. No es nuevo, esta política empieza en la Segunda Guerra Mundial, cuando consolidaron a Brasil como delegado regional. Kissinger lo explicita en los años 70 como Secretario de Estado de Nixon, diciendo que en las zonas de baja prioridad estratégica tiene que haber un país llave con el cual ‘aliarnos y delegar’. Brasil era para Kissinger el key country para América del Sur, y lo decía explícitamente: donde vaya Brasil irá América del Sur.

En julio de 2003, en los comienzos de su primer mandato, Bush visita Sudáfrica, y dice públicamente que el África subsahariana debe ser lo que Brasil es en América del Sur. Recientemente, en marzo, la gira de Bush por esta región terminó de cerrar esto, y el sello fue la entrevista de Lula con Bush en Camp David después de esa gira. En estos momentos se ha delegado a Brasil el liderazgo en América del Sur, la contención de Chávez lo harán Brasil y los biocombustibles, que es una misma cosa, porque es ofrecerle a América latina sustituir el 17% del petróleo que Estados Unidos está importando de Venezuela. La gente dice que el biocombustible es para independizarse de Medio Oriente, no es así, primero es para independizarse de Chávez, que no tiene posibilidad de exportar a otro país que no sea Estados Unidos, por las características de su petróleo pesado, etc.

De modo que Estados Unidos no va a jugar en las elecciones, porque complica a quien apoya, le delega a Brasil el liderazgo, y el problema de Chávez lo irá resolviendo en el mediano plazo. El biocombustible que produzca América latina nos permitirá sustituir el petróleo que estamos importando de Venezuela, dice Estados Unidos. La gente que conoce de energía puede decirme que no exagere, porque el biocombustible puede reemplazar sólo el 10% del consumo; totalmente de acuerdo, pero América latina puede producir la mitad de ese 10%. Y el 5% del consumo mundial de energía es bastante más que el 17% del petróleo que importa de Estados Unidos de Venezuela. Por eso vemos cómo está totalmente ideologizado el debate sobre los biocombustibles, o por qué Fidel Castro sale con el argumento -que no deja de ser razonable- de que el biocombustible va a agudizar la pobreza al hacer que aumente el costo de los alimentos. Aunque al país que menos le conviene decir eso es Cuba, porque como gran productor de azúcar tiene un gran interés nacional en esto.

-Pregunta: En las recientes elecciones porteñas, se votó ideológicamente o por la gestión ?

-Lic. Fraga: Serían las dos cosas a la vez. Admitamos que los porteños voten por un empresario. Normalmente el que está sobre centro derecha privilegia valores como ‘eficaz, competente, seguridad, orden’; el que está sobre centro izquierda destaca ‘igualdad, solidaridad, sensibilidad, etc.’ Macri claramente, en cualquier parte del mundo, es un típico candidato de derecha: gestión eficaz. Admito que ha tenido una candidata a vicejefe que representa mucho más los valores que normalmente están sobre la izquierda. Y además de eso, Carrió dice que si ella fuera la candidata, la votaría. Y Michetti dice que votaría a Carrió para presidente. Con lo cual vemos combinado un candidato que típicamente es de centro derecha en cualquier parte del mundo, con una candidata que era más visualizada como de centro izquierda. Y les digo que, salvo Chacho Álvarez con De la Rúa, no veo otro caso en que el segundo de la fórmula haya tenido tanta importancia. Y esta combinación terminó armando una fórmula de centro, pero lo que básicamente están diciendo los porteños es que no les importan las ideologías, que a Macri lo llamen noventista o que sea un empresario. Si se quiere es un voto des-ideologizado, pero repito lo que dije al comienzo, que la no ideología juega más a favor de la derecha que de la izquierda.

-Pregunta: Si efectivamente gana Kirchner o su alternativa conyugal, en este momento que ya empezó con crisis en la energía, ¿no se trata exactamente de lo inverso, que es cómo evitar que el Presidente quede muy débil, institucional y políticamente en un escenario de mucha debilidad que tampoco le conviene a nadie?

-Lic. Fraga: Mi respuesta es sí, acá tenemos dos tipos de análisis. Un análisis, que nunca haría un político opositor, es que conviene que gane Kirchner; que ante el conflicto desatado, que el costo político lo pague él. El que razona así no es un político, si Kirchner lo hubiera hecho nunca habría sido presidente. Hubo varios que renunciaron a ser candidatos en el 2002 y 2003, diciendo que lo que venía era muy difícil. Yo creo que vamos, en el 80% a un escenario muy difícil, que la sociedad empezó a girar, los problemas se empezaron a plantear hasta en distritos importantes como Capital y Buenos Aires, donde se votó y se va a votar masivamente a candidatos que tienen otra orientación. Acá hay dos cosas que se han roto en los últimos días: la caja y el temor, que eran los pilares del poder de Kirchner.

¿Por qué decimos que se rompió la caja? Porque teniendo una caja excepcional no alcanzó para manejar una elección en Tierra del Fuego. Y se rompió el temor, porque si vemos a Acevedo ayer en primera plana de La Nación, ex gobernador justicialista de Santa Cruz, haciendo la denuncia que hizo, es porque el factor temor ya no rige. Desde esta perspectiva, yo creo que la crisis de Santa Cruz es mucho más importante en el debilitamiento del poder de Kirchner que el triunfo de Macri en Capital. Todos sabemos que Roca perdía en la Capital, Yrigoyen también perdió a veces, Perón, Frondizi, Menem perdieron, y Kirchner perdió en el 2005 en la Capital.

Pero lo de Santa Cruz es muchísimo más extraño. Me gusta hacer un ejercicio, que algunos de los presentes me lo han escuchado: hoy es 28 de junio, supongamos que estamos a 28 de marzo y ustedes me preguntan qué posibilidad hay de que en los próximos noventa días Santa Cruz sea la peor crisis provincial de la Argentina. Yo les hubiera contestado que ‘ninguna’, por cuatro razones: 1) tiene la tasa de desempleo más baja del país (1,7%); 2) tiene el salario promedio más alto del país, 3.400 pesos; 3) el Gobierno nacional registra un superávit fiscal récord con superpoderes para usarlo, con lo cual cualquier necesidad de una provincia chica como Santa Cruz puede ser cubierta inmediatamente; 4) nunca el Presidente va a tolerar una crisis en su propia provincia a seis meses de una elección presidencial. Y con estos cuatro argumentos concretos y muy contundentes, me hubiese equivocado.

¿Por qué la crisis de Santa Cruz es más importante en términos de poder que lo de Capital? Porque fue mucho más excepcional la ruptura en Santa Cruz que la derrota en Capital. Insisto que mirando la historia, lo de Capital no es algo tan raro. Lo de Santa Cruz es el comienzo de las dos rupturas: de que la caja resuelve todo, y la pérdida del temor. Cuatro años atrás la idea era que si Kirchner quería hacer a nivel nacional lo que hizo en Santa Cruz iba a fracasar, porque el país es más complejo, más plural. Razonamiento equivocado, durante cuatro años le funcionó y manejó con éxito el país con el modelo de Santa Cruz. Por eso, la crisis del modelo de Santa Cruz tiene mucho más impacto, porque si el gobierno de Santa Cruz entra en crisis se está planteando que ese mismo modelo, que se ha ejecutado a nivel nacional, con los mismos elementos de acumulación de poder, reelección indefinida en su momento, radicales K, sufrirá el impacto con más fuerza aún.

Todo esto nos lleva a ver que se entra a un segundo mandato en el cual es posible que haya problemas de gobernabilidad. Yo creo que acá -como siempre dicen los economistas- tenemos la buena noticia y la mala noticia. La mala es que vamos a un mandato bastante más complicado de lo que esperábamos antes; hace noventa días yo hubiera dicho que cualquiera de los Kirchner gana cómodamente el 28 de octubre, que el triunfo les da un impulso hacia el 2008/2009, pero 2010/2011 se les empieza a complicar. Lo que hoy tenemos es que han perdido 2008/2009 de impulso, los dos años que normalmente están cubiertos por un amplio triunfo, dos años de consenso y esperanza (que es lo que hace por ejemplo que Lula, con escándalos constantes, tenga el 62% de popularidad). Esto, si se quiere, es una mala noticia para el mundo de los negocios.

Por otro lado, la buena noticia es que la sociedad está procesando en una línea muy positiva los problemas que se van planteando. El procesamiento que hace la sociedad de los problemas, en mi opinión, está en una línea más sensata, más moderada, se está des-ideologizando; esto me parece que es lo positivo. Admito que tal vez en el corto plazo tengo un problema un poco más complicado para algún tipo de actividad económica o de negocios. Pero por otro lado, el mediano plazo, me está diseñando un horizonte bastante más positivo que el que tenía antes.

-Pregunta: Que reflexiones puede realizar acerca de la corrupción?

-Lic. Fraga: Vamos ahora a la real política. Con la corrupción no está pasando nada muy diferente de lo que pasaba un año atrás. Lo que ha cambiado es la actitud de los medios de comunicación, ahí está la clave. Vamos a hablar cínicamente acá en el Colegio de Abogados: cuando una causa está en la primera plana de Clarín, el Gobierno perdió la capacidad de controlar a la Justicia. Porque si el juez quiere ser independiente, tiene respaldo, y si quiere actuar para el Gobierno tendrá costo. El Juez Federal de Santa Cruz, que apoyó a Kirchner en la causa de los fondos provinciales, nunca ha querido hacer públicos los fundamentos de la resolución. Es algo insólito, hay una sentencia de absolución y el juez sistemáticamente se ha negado desde el 2004 a publicar los fundamentos. Pero si la causa está en la primera página de Clarín, eso no aguanta. Claramente hemos tenido un cambio en los medios de comunicación, y el Gobierno ha perdido la capacidad de operar sobre la Justicia en los casos de corrupción. Es un punto no menor si pasamos a la política real: los medios de comunicación están funcionando de otra forma, más independientes del Gobierno, y en este cuadro se produce un efecto cascada. Porque hoy es Skanska, la subfacturación y la exportación de armas; lo de Miceli; los contratos de Aníbal Fernández; la denuncia de los contratos petroleros. El dique de contención eran los medios, al producirse la ruptura en los medios se empieza a dar el cambio en la Justicia.

Simultáneamente con esto, Kirchner viene librando muy abiertamente desde febrero varias batallas de poder: una contra el diario Clarín, otra contra Techint, y otra contra la Iglesia Católica. Y todo esto es público, no estoy diciendo nada secreto. En esta fase, el modelo de Santa Cruz se frenó, el modelo de acumulación de poder que funcionó con los sindicatos, con el sometimiento de los militares, con el sector empresario, con el Congreso, con la política, con la justicia, llegó a un punto donde determinados actores tuvieron un nivel de resistencia mayor. Porque en última instancia, un modelo como el de Kirchner tenía que ir sobre los medios de comunicación, como lo hizo en Santa Cruz. Pero no solamente con la información, sino con el control. Lo vimos anteayer, cuando sale Kirchner diciendo que los medios están esquizofrénicos, porque, en esencia, dicen que él perdió.

-Pregunta: ¿Cuál es, en tu impresión, el poder con el que contará Scioli como gobernador de Buenos Aires? Y, asumiendo el triunfo del matrimonio K en octubre, ¿cuál es la chance de que el giro a la gestión lo hagan ellos?

-Lic. Fraga: Por supuesto, Kirchner dijo que Scioli va a ser el gobernador, pero Kunkel el vicegobernador. El mensaje de ayer, fue clarísimo: ‘lo vamos a dejar a Scioli, pero con un vicegobernador que en cuanto tengamos una diferencia relevante, veremos’. Ahora bien, esto depende además de otros factores del contexto político, porque la influencia de poder real que pueda tener Kunkel sobre Scioli va a depender también del resto de la política, y la lealtad de los intendentes de la provincia es bastante fluida y flexible.

El segundo punto de la pregunta. Lo más difícil de cambiar para los líderes políticos es la personalidad; cambian mucho más fácilmente la ideología que la personalidad. Un Miterrand, un Churchill liberal, conservador, librecambista, proteccionista. En mi opinión, el problema de Kirchner es mucho más la personalidad que la ideología. Por eso soy escéptico de que tengamos otro Kirchner en el segundo mandato. ¿Con Cristina va a ser diferente? Creo que no, pienso que la diferencia de Cristina es una expresión de deseos de algunos grupos económicos, de alguna opinión empresaria. Si uno lee el discurso de Cristina Kirchner en Ginebra de hace tres semanas, surge que ella está a la izquierda de Kirchner. Va a Ginebra a hacer una enfática defensa de Chávez, que nadie se la pide. Si uno está en Caracas es otra cosa, pero ir a Ginebra a hacer una defensa de Chávez, bueno… El pensamiento económico que expone es bien definido. La primera alianza que explicita es la CGT. Entonces, yo creo que al comparar a Kirchner y su esposa, confunden diferencias de estilo de vida con diferencias políticas o ideológicas. Hay quienes piensan que Cristina va a ser más pro-norteamericana, pero volvamos al discurso de Ginebra y no veo cómo podría serlo. Dos operadores financieros de Wall Street dicen hoy en Clarín, que Cristina va a crear un ambiente pro-BID, pero Ginebra no me da ninguna señal en ese sentido. Así que yo veo difícil el cambio o giro. Kirchner tiene a veces cierta capacidad de cambio táctico, pero en las grandes líneas no ha cambiado durante estos cuatro años.

¿Cuándo va a cambiar Kirchner? El día que yo lo vea reuniendo al gabinete, diré que Kirchner puede cambiar. ¿Qué importancia tiene ese hecho de reunir el gabinete? Un presidente que nunca lo reunió en cuatro años, y que nunca lo va a reunir en su vida, y que no acepta más de dos ministros juntos con él, indica un problema muy fuerte de personalidad. La reunión de gabinete desde lo institucional es importante, porque los ministros forman parte del Poder Ejecutivo, refrendan decretos, etc. El gabinete tiene un rol institucional que en este momento no existe. Y en segundo lugar, esto reflejaría una idea de equipo, de escuchar, de coordinar. A partir de eso yo soy escéptico sobre el giro de Kirchner.

-Pregunta: Hace unos días Kirchner dejó de insultarlo a Macri, ¿no puede pasar que empiece a enderezar las cosas, por más que no cambie su personalidad?

-Lic. Fraga: Kirchner tiene capacidad para algunos cambios tácticos, pero te pronostico que antes de quince días lo ataca a Macri nuevamente. Eso de que le van a modificar la Ley Cafiero, no creo que sea cierto, no se la van a solucionar. Puede ser que me equivoque, pero como vos bien decís, es un cambio contenido, no es un cambio genuino. El gran problema de Kirchner ayer era Acevedo, mucho más que Macri, a quien tenía enfrente. Además no nos engañemos, él la recibe primero a Fabiana Ríos para molestarlo a Macri, para bajarle importancia a Macri.

Es como cuando dijeron que después de Misiones Kirchner cambió, y en realidad si uno lo observa en las líneas centrales, Kirchner no cambió. En lugar de reelecciones indefinidas pasaron a ser dieciseis años, que no tiene mucha diferencia con una reelección indefinida.

-Pregunta: Una pregunta más a largo plazo, este fenómeno que estamos viviendo, ¿nos lleva al cambio absoluto de los dos partidos nacionales? Para una persona de 1830 su realidad eran los partidos unitario y federal, para nuestros padres eran conservadores y radicales, algo que parecía incambiable; nosotros nacimos con el radicalismo y el peronismo, y vemos que al parecer ahora hay una crisis grave en los dos partidos nacionales, y esta transversalidad que puede llevar a que en veinte años vengan otros nuevos partidos.

-Lic. Fraga: Eso podría pasar ya en el 2011, Binner o Macri. Pero volvamos para atrás: la debacle 2001/2002 produjo la crisis del sistema de partidos históricos de la Argentina. Simplifiquemos rápidamente el panorama político del siglo XX: en la primera mitad, existía el bipartidismo radical-conservador; en la segunda mitad, el bipartidismo radical-justicialista. Desde el punto de vista de la teoría política, bipartidismo imperfecto o atenuado. Desde el 45 hasta acá, todos los presidentes electos salieron, o del tronco peronista o del radical. Si en el 2011 fuéramos a una opción Binner-Macri, ahí yo diría que algo cambia. Creo que la UCR hoy sigue siendo partido, pero ha dejado de ser fuerza política. Tiene su convención, sus congresos que se reúnen, pero no es una fuerza política. En la última elección presidencial sacaron 2,6% de los votos, no queda un solo legislador radical en la Legislatura porteña, no controlan a los gobernadores ni a los intendentes, eso no es una fuerza política. Con el peronismo pasa todo lo contrario: ha dejado de funcionar como partido, último congreso partidario marzo de 2004, está intervenido, no existe, pero sigue siendo una poderosa fuerza política.

En estos dos casos opuestos tenemos la crisis. Ahora bien, ¿qué es el peronismo? ¿Un partido, un movimiento, una ideología, una cultura? Es un poco todo, pero yo me quedo con lo último. Creo que lo más dominante hoy es que se trata de una cultura política. Tanto es así que estamos asistiendo a la peronización de los restos del radicalismo, que los gobernadores e intendentes radicales funcionen con la cultura política del peronismo. Hoy, la mitad de la gente que vota vive de un ingreso del sector público: o salario del sector público, o jubilación/pensión, o subsidio del Estado. Esto le da a quien está en el poder normalmente un piso del 40%. Cuando observamos, a mayor nivel de pobreza, más votos del oficialismo que sea, y a menor pobreza menos votos para el oficialismo cualquiera sea. En el 2005 los tres distritos donde el oficialismo local superó el 60% fueron Formosa, Chaco y Santiago del Estero, las tres provincias con mayor pobreza. La primera es peronista, Chaco es radical no K, y la tercera es radical K. Lo que queda del partido radical está funcionando con la cultura del peronismo.

Entonces, acá viene el punto de la pregunta: que la crisis del sistema histórico de partidos es indiscutible. El peronismo como partido ya no está más, pero como cultura política sigue teniendo vigencia. Porque aquel extremo de que la caja domina a la política, tiene mucho que ver con la cultura política del peronismo. En el 2011 ¿vamos a un escenario Binner-Macri? Yo no lo sé, a lo mejor el cambio nos lo produce Scioli, y el propio peronismo nos genera el cambio. Yo creo que la cultura política del peronismo sigue muy viva, aunque partidariamente el peronismo no funcione. Pero algo está claro: que ni Macri ni Binner son producto de una cultura política del peronismo.

-Pregunta: ¿Está en crisis la partidocracia como sistema de selección de candidatos?

-Lic. Fraga: Efectivamente está en crisis la partidocracia y se ha fortalecido la territorialización. Pueden no ser los partidos los que elijan los candidatos, ya no hay internas casi en ningún lado; Santa Fe hizo una excepción este domingo, pero a los candidatos los eligen los gobernadores y los intendentes. Ha habido una traslación del eje de la decisión política, del partido al territorio. Las excepciones son las que estamos viendo, yo siempre digo: elecciones 2003, de 24 distritos en 20 ganó el partido que gobernaba; 2005 lo mismo, con las excepciones de Capital y Santa Fe, que vuelven a ser la excepción este año. Son los distritos que están rompiendo aquello de la territorialización de la política. En Santa Fe se terminan 24 años continuos de gobiernos provinciales justicialistas. Y en la Capital, lo de Macri es un cambio también importante. ¿Son éstos los dos ejes de lo que se viene en el 2011, o el peronismo con su cultura política termina girando en Scioli por centro derecha o en Kunkel por centro izquierda, y nuevamente el peronismo termina creando las alternativas?

Una realidad paradojal, el peronismo en la Capital tiene sólo el 3% de los votos, ése es su voto cautivo. Ahora bien, si tomamos la última elección, entre dos candidatos afiliados al peronismo, Filmus y Telerman, sacaron el 43% de los votos, y atención que la lista de legisladores de Macri no sólo contiene peronistas, hay sindicalistas también. Piensen en una elección presidencial, es probable que los afiliados al peronismo saquen el 75% de los votos: junto a Kirchner, Lavagna y un tercer candidato, justicialista. Y hoy el radicalismo aspira a colocar un vicepresidente. Acá la cultura política del peronismo es un punto muy profundo, y no estoy seguro si la crisis partidaria pueda terminar tan fácilmente con esa cultura política. Nada más, muchas gracias.
La Hoja es una publicación del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires