Presentación del libro Mediacion en Argentina, de las doctoras Ana María Bargiela e Inés Burs.

El 21 de marzo, se presentó en el Colegio el libro Mediación en Argentina, de las doctoras Ana María Bargiela e Inés Burs, quienes estuvieron acompañadas por el Presidente de la Institución doctor Raúl Aguirre Saravia, el doctor Guillermo Renis, la doctora Gladys Álvarez y el doctor Dr. Guillermo González.






Apertura del acto a cargo del Dr. Guillermo Renis


Buenas noches. En mi carácter de vicepresidente de la Comisión de Mediación de este Colegio y en su nombre, les agradezco por estar presentes en este acto de presentación del libro Mediación en Argentina – Compendio y análisis de la legislación nacional y de las Provincias.

En primer lugar hablará el Dr. Raúl Aguirre Saravia, presidente de este Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, luego lo hará la Dra. Gladys Álvarez, ex juez de la Cámara Civil y autora del prólogo del libro, en tercer lugar hablará el Dr. Guillermo González, presidente de la Unión de Mediadores Prejudiciales, en cuarto lugar lo haré yo, y finalmente nos hablarán las autoras, Dras. Ana María Bargiela y María Inés Burs.

Antes de que escuchemos al Dr. Aguirre Saravia quiero agradecer al Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, Escuela de Mediación, que se hace presente a través de una carta de felicitación a las autoras y al Colegio.

Dr. Raúl Aguirre Saravia


Es un honor para mí y para el Colegio que las Dras. Bargiela y Burs quisieran hacer la presentación de su obra en esta querida institución. Nos habían expresado su agradecimiento, pero gracias les damos nosotros Colegio por que hayan elegido este ámbito, donde tratamos de propiciar la excelencia en la investigación científica, para poder presentar obras como ésta, que es realmente muy completa: es un compendio que abarca todas las normas y reglas en materia de mediación.

Yo no pretenderé hablarles a los mediadores sobre las mediaciones; simplemente quiero decir lo que para mí significan las Dras. Bargiela y Burs en la Comisión de Mediación de este Colegio, lo que he visto y de qué forma han bregado para que después de la sanción de la Ley 26589 pudiera salir el Decreto Reglamentario 1467 de septiembre del año pasado, y cómo iban siguiendo dentro del Ministerio esa reglamentación.

Las he conocido a ambas cuando estaba yo en el consultorio jurídico como un integrante, y ellas estaban en Mediación. Para nuestro Colegio la mediación gratuita, complementaria de lo que es nuestro consultorio jurídico es muy importante, porque es la manera de llevar a aquellas personas que tienen pocos medios y están más indefensas, la posibilidad de obtener la solución de un conflicto.

El hecho de que las autoras hayan elegido el Colegio para su presentación es muy gratificante, y esperamos que sigan trabajando, investigando y ayudando, y dándonos a los demás de nosotros impulso para que también podamos producir obras semejantes a la que hoy nos ofrecen. Muchas gracias.

Intervención de la Dra. Gladys Álvarez


Buenas tardes a todos. Es un gusto que nos volvamos a encontrar para celebrar la llegada de un nuevo hijo de la mediación. Me encuentro muy agradecida, estar aquí me hace recordar aquellos momentos iniciales cuando con todo nuestro fervor y nuestro amor por la mediación nos reuníamos, como lo hicimos con los abogados de las compañías de seguros, y veíamos un nuevo panorama, en todos los órdenes. Así que recordar esos momentos y estar en esta situación tan feliz de presentar un libro me resulta muy grato; agradezco a todos ustedes que hayan decidido acompañar a las autoras hoy.

¡Me leí todo el libro! y la verdad es fue un placer hacerlo. Solamente ustedes pueden haber producido esta obra tan minuciosamente. Una de las primeras cosas que anoté es que es exhaustiva. Por más que ustedes dicen que la limitan a algunos programas de mediación pero dejan de lado penal y otras de comunitario y escolar, está completo. Y leyéndolo uno se da cuenta de cómo no nos hemos copiado, ni siquiera entre nosotros. No sólo no nos copiamos de quienes nos enseñaron, porque hemos adaptado los modelos, sino que los programas nuestros son programas que responden a la situación del lugar: económica, política, social, existencia o no de liderazgo. Todo eso se puede apreciar leyendo el libro. Cómo hay provincias que armaron un sistema de los que llamamos anexos, otras los hicieron conectados ―pocas, como Nación―, otras mixtas, como San Juan, así como algunas no hicieron nada. No hizo nada La Pampa, aunque tengo que decir que el Colegio de Abogados de La Pampa sí trabaja, pero el sistema judicial no hizo nada. Para Jujuy, ustedes recogen las acordadas, que son viejísimas. Las tienen todas, con los considerandos y demás; es una delicia mirarlo, es como renacer y recorrer el movimiento. Pero Jujuy se quedó y ustedes lo ponen en evidencia. La Rioja se ha manejado con un modelo de decretos y resoluciones, les aviso que hasta los considerandos de los decretos están volcados en el libro. Neuquén, que se quedó con la mediación penal juvenil, pero no ha impulsado mucho, últimamente ha sacado el ombusman institucional, pero no tiene leyes y se han quedado. Y ustedes todo lo han recogido. Hasta para eso sirve el libro, cada capítulo acompañado con un mapa de la provincia que va a examinar. Está todo muy cuidado.

Pero a diferencia de la recopilación de leyes que había hecho la Junta Federal -con la cual nos manejábamos hasta hoy- las autoras realizan un breve análisis de la legislación antes de transcribirla como apéndice legislativo. Entonces, leyendo los comentarios que hacen sobre el sistema, después podemos leer las leyes y normas con total claridad. Creo que este va a ser un libro indispensable en todas nuestras bibliotecas, con un valor extra singular, porque la editorial va a publicar on line las actualizaciones. Vamos a poder estar totalmente al día, es un valor extra muy importante. Esto en cuanto al libro, el prólogo lo verán ustedes.

Ambas autoras han estado en el movimiento desde el comienzo, y han puesto toda su energía y su alegría en impulsarlo. Es encomiable el servicio que presta este Colegio, atendiendo a ese sector de la población que solemos llamar vulnerable, por distintos motivos; la vulnerabilidad no tiene que ver sólo con lo económico sino también con otras cosas, hay distintos grupos vulnerables. No quiero contarles que hasta han llegado a poner de su bolsillo el dinero para las notificaciones, algo que sabemos porque hicimos la investigación. Con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo vinimos a este Colegio y a otras instituciones, y recogimos las características, y cuando yo vi que los mediadores hasta pagan ellos mismos las notificaciones, ¡es como para que les hagan un monumento! (aplausos).

El esfuerzo que ha puesto la gente que ha abrazado la mediación no es cosa común. Es cierto que la mediación mueve resortes internos en las personas; los que transitan en la mediación se convierten en personas que transcurren por la vida con un plus. Pese a haber estado mal pagos y poco reconocidos (muchas veces por sus propios pares) durante tanto tiempo, ese plus los distingue, los ennoblece, los enaltece y realmente los hace ingresar en el nuevo modelo de justicia que estamos iniciando. Lo malo es que, como suele suceder, un nuevo modelo requiere 20 ó 25 años, así que necesitamos que los jueces, los fiscales, los defensores, los asesores, los abogados, entiendan el rol que tienen en el nuevo modelo. El rol que tienen los mediadores, las instituciones, los colegios, la universidad.

La mediación es el arte de facilitar los acuerdos, es la búsqueda de la paz permanente; hará que tengamos una mejor calidad de vida en el futuro, esa es nuestra esperanza. Así que vayan mis felicitaciones para todos. Hace un rato le he hecho propaganda al libro, porque venimos de otra reunión del Ministerio Público de la Ciudad y yo pedí disculpas y anuncié que venía a presentar este libro y que todos deberían comprarlo, les dije (risas). El éxito está asegurado, porque el éxito es el libro. Muchísimas gracias.

Intervención del Dr. Guillermo González



También agradezco haber sido invitado a este acto en el Colegio. Yo no conocía la biblioteca y cuando entré vi el espacio, el lugar donde se desarrolla esta presentación, y me dije que este es el mejor lugar para presentar un libro, para presentar este libro. Estoy complacido de encontrarme acá y poder coincidir en felicitar públicamente a las autoras, porque los que hemos escrito alguna vez un libro sabemos del esfuerzo inmenso que implica y la responsabilidad que representa para profesionales de las características de las autoras, poner en papel este trabajo enorme de recopilación. Si hay alguien en la Argentina que pudiera hacer eso son ellas dos, si lo hubiera escrito otro habría sido un pecado. Vendrán otros libros, pero este primero tenía que ser escrito por Ana María y María Inés.

No sólo que ya es mucho hacer la investigación, recopilar, sistematizar, sino además lo que decía Gladys, un rasgo valiosísimo, que la obra presenta en el comienzo de cada provincia, un resumen con ciertos aspectos centrales importantes, de modo que con una rápida mirada uno puede darse cuenta del lugar por donde va esta Ley. Ustedes saben que ahora se pueden hacer mediaciones on line, entonces si yo tuviese una mediación con alguien de Salta, de Mendoza, de Córdoba, tengo acceso muy rápido a algunas cosas y luego puedo profundizar. Agregado a eso, pensemos en un cliente que sea convocado a una mediación en tal o cual lugar: puedo revisar rápidamente si es obligatorio o no, si necesita patrocinio, cómo son los honorarios, me permite una primera aproximación con muchísima facilidad, algo que no estaba disponible para los mediadores. En ese sentido me parece que la obra es maravillosa.

Si lo vemos en el plano político-legislativo, es notable la dimensión que ha tomado la mediación relacionado con la justicia. Es impresionante cuando uno lo puede ver en el texto, lo puede ir hojeando y puede ver todas las provincias que sí están (voy a agregar una entre las que no están: Santa Cruz). Yo hago la acotación nada más, que esto no sea leído de ninguna manera, simplemente es un dato de la realidad (risas).

El desarrollo, el crecimiento que ha tenido la mediación y la legislación sobre ella es sorprendente. Y eso es producto del trabajo de muchos de los aquí presentes. Todos sabemos que Elena y Gladys han tenido un papel preponderante, eso lo tenemos muy claro. Pero también ha sido el trabajo de los mediadores que están acá presentes y de otros que no están presentes pero que están trabajando en cada una de sus provincias, de forma anónima, buscando, esperando, construyendo espacios desde los colegios de abogados cuando no hay ninguna legislación, armando los centros de mediación y trabajando en ellos, muchas veces gratuitamente. Este libro refleja todas esas posibilidades, pude verlo a medida que lo leí en parte, les confieso.

Ahora quiero formular un agradecimiento institucional. Desde la Unión de Mediadores Prejudiciales, que si bien nació en la Ciudad Autónoma, donde tenemos esta condición de haber sido los primeros y haber estado trabajando casi en soledad, después de 10 años de la mediación, nos empezamos a juntar para ver si podíamos construir un común que nos ayudara a mejorar al sistema y a nosotros mismos, y favorecer esa legitimidad que todos los seres humanos necesitamos. La Unión de Mediadores no tiene una limitación geográfica, simplemente nuestra sede está aquí. Por favor, no tengo aspiraciones de presidir una Unión de Mediadores de la Argentina, pero lo cierto es que no tenemos una limitación geográfica, tenemos asociados en distintas partes del país, y ahora se están incorporando asociados también de la Provincia de Buenos Aires. Con ello el espacio tiene claramente un concepto federal, y cada jurisdicción podría tener su unión o como quieran llamarle, finalmente haremos una federación.

Ya hicimos un congreso, en el que muchos de ustedes participaron y creo que seguramente vamos a tener un segundo, para el cual me parece que este material va a ser de enorme utilidad. Cuando yo lo leía pensaba ¿cómo no tuvimos esto cuando estuvimos trabajando en el Congreso para la modificación? Porque empecé a ver que había una cantidad de grandes y buenas ideas en estas provincias, que no habíamos asimilado. No sé si hubiéramos podido introducir cambios en la Ley, pero por lo menos hubiéramos tenido un debate diferente. Y en algunas cosas, también en relación con el Decreto tanto Gladys como Inés colaboraron, poniendo su granito de arena desde el lugar que había que ponerlo, porque esto también quiero reconocerle a estas dos grandes compañeras de ruta, y es que hubo momentos tensos y muy difíciles, tanto para la Ley como para el Decreto, en los que había que dar pasos muy estratégicos, muy justos, muy medidos, y toda la gente, ustedes, que están en la mediación, supieron hacerlo. Recuerdo un día en la esquina de Entre Ríos e Hipólito Irigoyen, que nos encontramos todos, incluso los que no se juntan nunca. Pero ahí nos saludamos y diseñamos una estrategia para ir juntos a un espacio que era importante, en el que teníamos que dar una presentación.

Para mí ese fue el punto máximo de mi carrera en la MP o en la mediación en general, y ustedes estaban ahí, contribuyendo con los contactos que tenían, con los senadores que conocían, para que pudiéramos llevar nuestra voz. Ahí, en esa tarea nos conocimos más profundamente, para mí fue muy valioso.

Entonces decía, la dimensión política, legislativa, fue muy grande; cierto es que nos queda mucho por hacer. Aquí estamos trabajando sobre un cambio en la cultura, estos cambios llevan tiempo y las leyes son uno de los modos que visibilizan esos cambios, pero no alcanza. Se está haciendo trabajo en otros campos, no solo en lo relacionado con la justicia. Justamente hoy atendí una mediación familiar, donde la señora empezó diciendo que estaba muy fastidiada con el padre de su hijo “porque teniendo ellos tan malas conversaciones ¿cómo se había atrevido él a traerlo a esta situación?” Ése fue el comienzo del planteo de la señora, que había requerido una mediación por tenencia. Avanzamos, seguimos trabajando, y en un momento le digo que debe reconocerse que recibir una carta documento es una cosa molesta, tiene formalidades, tiene alma de leyes, se recibe como algo perjudicial, pero le hago notar que este es un espacio para que ellos puedan conversar de las diferencias que tienen. Seguramente habían conversado de muchas cosas pero a ésta no le pudieron encontrar solución. Continuamos trabajando, y cuando se retira la mujer (que había venido muy tensa y con un lenguaje corporal y verbal muy duro), nos dice que nunca había estado en una mediación, creía que era una cosa totalmente diferente. Agradeció a todos, le dio un beso a él, y concluyó: “yo acá dije todo lo que tenía que decir y me voy a quedar pensando, porque a lo mejor podemos llegar a un acuerdo.”

Entonces, la sensación que tuve ante esto tan categórico que dijo la señora, justo hoy que venía para acá ―me pareció algo simbólico― fue alentador. Eran dos abogados muy colaboradores, el padre tenía sus reclamos con los que ella no estaba de acuerdo, pero el espacio que se pudo establecer hizo que lo viera como algo no tan jurídico, tuve que explicarle que esto no era la antesala para ir a tribunales, que todavía faltaba muchísimo para eso y que quizás nunca ocurriera. Pero el caso es cómo ellos pudieron estar en un sistema de justicia diferente, donde podían, trabajando con sus intereses y necesidades, encontrar una solución satisfactoria para ambos. Esta anécdota, que es familiar para muchos de nosotros, me parece que viene a cuento con esto del cambio de la cultura.

Con respecto a lo académico, el libro es fácil de leer para los que tienen o tenemos una agenda que no nos permite leerlo de una sola vez, porque se puede elegir una provincia, leer y parar. Hay provincias que se leen más rápido, porque poco es lo que se ha hecho allí. Se me ocurrió mirar cómo eran los honorarios en los distintos lugares y descubrí que en la mayoría de los casos existe un sistema de actualización fácil, que a nosotros nos ha costado bastante y no sé cómo nos seguirá costando en el futuro. Todos los puntos que eligieron desarrollar y explicar, con muchísima claridad relacionados con la prescripción, con la incomparecencia, etc., está expuesto con muchísima claridad; cuando un sistema tiene alguna peculiaridad, también lo han destacado. A mí me resultó muy claro, muy pedagógico y llevadero, y lamentaba no poder leer el libro hasta el final, es una tarea que me queda pendiente.

Y desde lo personal les digo que me significa una gran alegría, son dos personas muy queridas, y que me hayan avisado e invitado ambas fue muy grato para mí, y vaya la felicitación de la Unión de Mediadores Prejudiciales por el libro, que lo vamos a utilizar como texto para mejorar nuestra legislación, para hacer congresos, para decir por ejemplo: sabemos que en esta provincia están haciendo de tal manera, y la actualización on line me parece realmente que es de celebrar. Muchas gracias por la invitación.

Intervención del Dr. Guillermo Renis



Cuando me plantearon la invitación para estar aquí fue realmente un honor para mí, y quiero subrayarlo nuevamente. Respecto al libro, sin duda es una investigación nueva y exhaustiva la que han hecho las autoras. Es una excelente herramienta, no solo para los mediadores sino para los abogados, que gracias a Dios están siendo cada vez más colaboradores en el ámbito de la mediación, y también para los jueces. Porque en el compendio, en una sola obra, se puede tener toda la información que se necesite acerca de todo el ámbito de nuestro país.

Es una obra única, integral y además es la primera, cosa que no se va a olvidar. Respecto a las autoras, conozco el esfuerzo y seriedad con que han encarado el libro, son ambas reconocidísimas profesionales y en la mediación están desde la primera hora, como bien lo dijo Gladys. Sé de la experiencia que tienen, conozco además la generación intelectual que han vertido en la obra, y por último, me alegro profundamente porque además son íntimas amigas mías (risas). Nada más.

Intervención de la Dra. Ana María Bargiela



Buenas noches a todos. Estimados colegas, colegas de la Comisión de Mediación que tengo el honor de presidir, queridos amigos, señoras y señores. En primer lugar quiero agradecer su presencia en el día de hoy, en este momento que es muy importante para Inés y para mí.

Quiero agradecer a Dios que nos haya dado la inspiración y la perseverancia para estar horas y horas, días y meses, abocadas a este trabajo de investigación. Quiero agradecer a mi esposo y a mis hijos, que con el afecto y la comprensión por el tiempo que debí dedicar al libro, me apoyaron en este proyecto. También a los seres que hoy no están aquí, pero que están presentes en mi corazón. Quiero agradecer a Inés, con quien hemos trabajado siempre colaborativamente. Al Dr. Raúl Aguirre Saravia, presidente del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, por sus cálidas y amables palabras. A la Dra. Gladys Álvarez, Gran Maestra con letras mayúsculas de la mediación en la Argentina, de quien mucho he aprendido y sin lugar a dudas seguiré aprendiendo, y le agradezco muy especialmente por el prólogo que dedicara a la obra.

El agradecimiento al Dr. Guillermo González, Presidente de la Unión de Mediadores Prejudiciales por sus sentidas y elogiosas palabras. Al Dr. Carlos Guillermo Renis, vicepresidente de la Comisión de Mediación quien, desde el ejercicio de la mediación pero además desde la amistad que nos une, nos transmitió emotivos comentarios. Quiero agradecer a todos los docentes, que me han enseñado a transitar el maravilloso camino de la mediación. También a los colegas abogados, a los justiciables, porque ellos también nos han inspirado desde la praxis y son los que, desde su lugar hacen posible este sendero de pacificación que supone la mediación en la solución de los conflictos. Quiero agradecer a todos los amigos que veo aquí y a los que no pudieron estar por compromisos de agenda, o porque viven en el interior del país o en el exterior, pero que igualmente nos hicieron llegar su afectuoso saludo.

Presentar el libro es algo muy especial, es como presentarles el hijo, el bebé que acaba de nacer. Solo que en este caso estamos sin fuerzas, pues hubo mucho más que nueve meses de dulce espera en esta gestación, y ahora está aquí, expuesto a vuestras opiniones y consideraciones. ¿Y por qué este libro? ¿Cuál fue su razón de ser y en qué pensamos cuando decidimos escribirlo. La implementación de la mediación prejudicial obligatoria en la Capital Federal en 1996, tuvo un efecto multiplicador en las provincias, que inspiradas en el exitoso resultado, elaboraron sus propios proyectos piloto, textos legales sobre el instituto de la mediación y una intensa capacitación en la materia. Por eso pensamos que no había en la Argentina un libro que compilara y analizara la legislación vigente al respecto. Y el objetivo que hemos tenido en cuenta fue brindar a los mediadores, a los abogados y a los distintos actores del sistema jurídico, una herramienta de fácil consulta para la búsqueda de la legislación en cada jurisdicción.

El propósito del libro es también permitir la difusión de los distintos caminos que cada una de las provincias ha encontrado para propender a la pacificación de sus conflictos. Por ello cabe desear que a partir del análisis comparado de las distintas normas sobre mediación insertas en él, se arribe a propuestas superadoras que puedan implementarse en los distintos estados provinciales de nuestro país. Como todos sabemos, la mediación supone mayor acceso a justicia, entendido esto último no como el acceso a los tribunales sino como el acceso a una solución justa y equitativa, sin necesidad de la intervención del Poder Judicial. La mediación es así un verdadero filtro protector de la majestad de la justicia, contribuye a la paz social; el mediador es un pacificador.

Por ello, en un momento en que necesitamos la búsqueda constante de la solución pacífica de conflictos, esperamos que el libro signifique un aporte en ese sentido. Quiero finalizar con una frase de Santa Catalina de Siena: “Sin justicia no hay paz, y si no hay paz se destruye el fundamento del crecimiento social y moral de un estado”. Muchas gracias nuevamente.

Intervención Dra. María Inés Burs



Después de todo lo bueno que hemos escuchado, yo quiero simplemente hacerles algunos comentarios sobre el libro que escribimos, y decirles que esperamos que esta obra permita al lector que necesita y desea incursionar en la realidad de la mediación en las provincias, encontrar desarrollados los temas centrales del instituto y en caso de que desee profundizarlos, encontrar allí la legislación que regula la materia en cada una de las jurisdicciones. Este libro analiza solo las leyes, decretos, resoluciones y acordadas de los superiores tribunales locales relacionados con la mediación prejudicial y anexa a los tribunales.

Es en es sentido que, dentro del amplio espectro que abarca el instituto de la mediación, solo la hemos analizado en cuanto esté anexada a los tribunales, y dejamos expresamente de lado la mediación penal, escolar, comunitaria, laboral, porque de otro modo la obra iba a ser indebidamente extensa. Puede quedar para que otros, especializados en mediación penal o comunitaria, encaren un “segundo tomo” (risas).

Cada uno de los capítulos comienza con los aspectos que nosotros queremos destacar de los textos legales citados, y a continuación se anexa un apéndice legislativo. Algunos de los temas que con Ana consideramos relevantes fueron los siguientes: las características del instituto, si la mediación es perjudicial, obligatoria, voluntaria; los tipos de mediación: si es privada, de sorteo, con o sin lista de mediadores; las formas de realizar las notificaciones; los requisitos para ser mediador; las autoridades de contralor de la matrícula; las sanciones que se imponen; los honorarios de los mediadores, la forma en que se establecen y sus actualizaciones; los alcances que tienen los acuerdos que se firman en las instancias de mediación y si estos tienen o no ejecutividad; la necesidad de homologación de los convenios; los temas de prescripción; la necesidad de asistencia letrada. Todos los aspectos que consideramos útiles para alguien que desee conocer cómo es la legislación de mediación en cada provincia.

Quiero hacer también una breve referencia a la Ley 24573, que fue una ley-marco y la primera ley de mediación que tuvimos, que dio tan gran impulso a la mediación en el país. Esta Ley cumple este año 15 años de entrada en vigencia, y si bien ha sido derogada parcialmente siempre la recordaremos, porque fue un canal muy importante para la instauración del proceso de mediación en la Argentina. También comentamos en el libro la última Ley de Mediación en el orden nacional, que es la 26589 y su decreto reglamentario. Las leyes nacionales muchas veces han sido tomadas como marco de referencia por las provincias para sus diferentes legislaciones.

Ahora quiero agradecer a tantos: primero a mi amiga Ana, coautora de esta obra, que ha sido una excelente compañera de tareas, infatigable trabajadora, con quien compartí momentos de entusiasmo, de angustia, de cansancio, de debates y discusiones, en todo este proceso que resultó muy enriquecedor para ambas y que dio un fruto, el libro que hoy estamos presentando. Gracias a Luli Peralta, que colaboró con nosotras en las primeras búsquedas de legislación, a mi marido y a mis hijos, en los que siempre encuentro apoyo para estas iniciativas y emprendimientos, al Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires que nos permite hacer la presentación en su biblioteca. Este Colegio es muy apreciado para mi, ya que desde mis primeros pasos como abogada me dio cabida en sus comisiones, como la de Jóvenes Abogados, la de Derecho Comercial, la de Patrocinio y últimamente la de Mediación, donde tuve la oportunidad de crecer e interactuar con otros profesionales.

Ahora mis sinceras gracias a Gladys por estar acá, ella sabe que para mí es una maestra. Nunca me voy a olvidar de aquella vez cuando estábamos en la Unión de Mediadores de Empresas y vos llegaste con Elena Highton a una reunión de Abogados de Empresas, peleándose ambas por una naranja, y todos los que estábamos presentes las mirábamos con los ojos grandes, asombrados. Ahí nos contaron sobre todo lo que venían de ver en Estados Unidos y lo que querían empezar a desarrollar en la Argentina. Pero tenían la naranja, es una imagen que nunca voy a olvidar!

Dra. Gladys Álvarez: Elena llevaba el cuchillo y el exprimidor. Vos sabés que todos esos ejemplos, que los habíamos aprendido en Harvard, después rastreando resultó que eran de Mary Parker Follett, de 40 años atrás. Cuando Fisher los toma en Harvard, el ejemplo de la biblioteca y el viento y la ventana está clarito en uno de los libros.

Dra. Burs: Mi agradecimiento también a Guillermo Renis, con quien viajamos juntos a Estados Unidos, cuando pensábamos que el único lugar fuente de inspiración y de formación era aquél, y a partir de ahí siguió toda nuestra amistad y nuestra lucha por la mediación. A Guillermo González mi agradecimiento, que desde la Unión y desde antes de estar allí fue siempre un propulsor de la mediación y de los derechos de los mediadores, y que aparte tiene una capacidad increíble para sentar a personas que piensan totalmente distinto, escucharlos y lograr, muchas veces, que todas se pongan de acuerdo. Recuerdo también ese día que mencionó Guillermo, el de la entrada a la audiencia en el Senado, cuando nos juntamos en una cafetería para concordar en lo que procurábamos conseguir en relación con el Decreto. No podíamos creer que estuviéramos allí una cantidad de instituciones: el Colegio Público de Abogados, este Colegio, el Club de Abogados Mediadores, la Unión de Mediadores, la ABA, una cantidad de entidades que generalmente no estamos juntas, pero en el tema de la mediación por suerte coincidimos y nos unimos.

Dr. Aguirre Saravia, a su persona y al Colegio muchísimas gracias, con todo el impulso que tratamos de darle a la mediación acá adentro del Colegio, trayéndoles novedades que a veces no les gustan mucho, que nos han costado bastantes luchas, con diferentes directorios (risas). Y a todos ustedes que han venido a compartir este momento con nosotras, muchísimas gracias.
La Hoja es una publicación del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires