El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, llevó a cabo el tradicional acto de entrega de premios a la Excelencia Académica a aquellos estudiantes de las facultades de derecho de la Capital Federal que registran los mejores promedios a lo largo de su carrera. En la presente edición, resultaron premiados ochenta y ocho alumnos que han cursado sus estudios en las Facultades de Derecho pertenecientes a la UBA; UCA; UCES; UADE; del Salvador; Austral; Torcuato di Tella, Universidad de Belgrano, y John F. Kennedy. El acto organizado por la Comisión de Jóvenes del Colegio, contó con la presencia de su Secretario, Dr. Juan Pablo Limodio y el Presidente de la Institución Dr. Enrique del Carril, y decanos y representantes académicos de esas casas de altos estudios.
Palabras del Dr. Juan Pablo Limodio
Sr. Presidente del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, miembros del Directorio, representantes de las Universidades, distinguidos colegas, estudiantes e invitados.
Mi nombre es Juan Pablo Limodio y soy Secretario de la Comisión de Jóvenes de esta institución, que es la comisión que, con el total apoyo del Colegio de Abogados, organiza año tras año la entrega de esta distinción.
Por tal motivo, en nombre de todos ellos les doy la bienvenida al Colegio a la vez que los felicitamos por los resultados obtenidos a lo largo de la carrera de Derecho.
Para dar comienzo a esta ceremonia, quisiera contarles quiénes somos y qué es lo que hacemos. Esta aclaración preliminar permitirá comprender con mejor alcance el sentido de la distinción que hoy recibirán.
El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires fue fundado el 29 de julio de 1913 por 132 abogados de esta ciudad, con el firme propósito de defender los principios de la Ética, la Justicia y la Libertad, principios que fueron considerados como esenciales para la vida en comunidad y el ejercicio de la profesión.
A lo largo de todo el siglo XX, en medio de las vicisitudes de nuestra historia, este Colegio hizo oír su voz en defensa de los mencionados principios y promovió acciones concretas para hacerlos realidad.
Los jóvenes que hoy integramos esta Comisión, somos una nueva generación que viene a sumarse a ese trabajo, a formarse profesionalmente y asumir poco a poco las responsabilidades que el ejercicio de la profesión conlleva, concientes del rol que el abogado debe ocupar en la promoción del bien común.
Parte de nuestra tarea consiste en impulsar dentro del Colegio todas aquellas actividades que tiendan a fortalecer la calidad y la formación de los jóvenes abogados. En tal sentido, hemos suscripto convenios con instituciones educativas de nivel universitario, promovemos la participación voluntaria en un examen de certificación de conocimientos denominado “Servicio de Evaluación Profesional”, el cual procura convertirse en el standard de calidad requerido por los estudios líderes, brindamos cursos de idioma inglés técnico jurídico y en colaboración con otras comisiones organizamos ciclos de conferencias y seminarios para estar permanentemente actualizados en las distintas ramas del derecho.
Este premio a la Excelencia Académica es otra actividad que tiende a cumplir ese objetivo, reconociendo el valor del esfuerzo que han desplegado a lo largo de la carrera universitaria.
Pero no sólo queremos premiar el trabajo ya hecho, el alto nivel de compromiso demostrado en la adquisición de conocimientos técnicos, sino que también, con este reconocimiento, procuramos alentarlos para que continúen con ese mismo nivel de compromiso en la nueva carrera que comienzan: la de la vida profesional.
En el ejercicio de la abogacía, encontrarán que en ocasiones los conocimientos técnicos no resultan suficientes y que deberán adquirir nuevos. Pero no sólo ello: encontrarán también que muchas veces es necesario emplear otro tipo de educación: la moral. Cuando los valores se ponen en juego, sólo caben dos alternativas y es entonces cuando la profesión se prestigia o se degrada.
Para que en su vida profesional sean la Ética, la Justicia y la Libertad los valores que guíen su trabajo, hoy les entregamos este Premio a la Excelencia Académica. Si continúan trabajando con el mismo entusiasmo y responsabilidad con que han estudiado, sin duda alguna un futuro promisorio los aguarda, y redundará en beneficio de toda la sociedad.
Felicitaciones.
Palabras del doctor Enrique del Carril
Yo también les agradezco la presencia en este premio, y quisiera hacerles unas pocas reflexiones sobre la carrera que han elegido y sobre la profesión que van a ejercer.
Ustedes han elegido estudiar Derecho, que es una ciencia, y nuestras universidades y las facultades se orientan fundamentalmente a transmitirles esta ciencia del derecho, compleja pero apasionante. Seguramente, mientras la han estudiado, se han entusiasmado en los problemas y disquisiciones de esta ciencia. El camino no termina allí, porque a ustedes ahora se les abre una puerta a una profesión. Una profesión que es algo distinta de los que han estudiado en estos años, salvo las horas que han dedicado a la práctica. Una profesión que más que una ciencia es un arte: el de aplicar una serie de técnicas y habilidades para conseguir algo, para conseguir una obra. Eso es un arte y eso es la abogacía.
La nuestra es una carrera en la que estamos continuamente en contacto con la conducta humana, con los vicios, con las virtudes, con los temores de las personas que nos vienen a consultar. Y esto es así no solamente en los problemas familiares, sino también en los problemas empresarios, comerciales, en las ramas del derecho que parecerían más alejadas de esto, como pudiera ser el tributario; siempre van a encontrar un cliente con ciertas angustias o problemas, que rozan sus conductas. Entonces van a tener que hacer una obra, como si fueran verdaderos artistas ¿cuál es esa obra? Justamente es estructurar la defensa de los intereses de sus clientes, los intereses legítimos, y la legitimidad de esos intereses no está exclusivamente en que respondan al derecho o estén de acuerdo al derecho positivo. Hay muchas cosas más allá, y hay un juez mucho más estricto sobre si los intereses que ustedes defienden son legítimos o no: la conciencia de ustedes mismos.
Ustedes tendrán que detectar si ese cliente es digno de defensa o no, aún cuando aparentemente pueda haber violado alguna norma de derecho positivo. Me viene al recuerdo la descripción de la ley que está en el Martín Fierro, en la famosa payada con el negro, cuando Fierro le pregunta qué es la ley y el negro le contesta que la ley es como la telaraña, que “atrapa a los bichos chicos y la rompe el bicho grande”. Esto puede ser la síntesis de una queja, una queja que ustedes la van a vivir en el ejercicio profesional. Y esa distinción de cuándo ustedes tienen que defender a uno u a otro, al grande o al chico, se las dará su conciencia.
Con esto quiero trasladarles la idea de que todo el esfuerzo que han hecho en conocer la ciencia del derecho, ahora lo tendrán que hacer en ejercitarse en determinadas técnicas y habilidades, y en tratar de llevar adelante esta difícil pero apasionante profesión.
Este premio es también una invitación a que ustedes concurran a este Colegio, que es un Colegio libre. No es el Colegio Público donde ustedes van a tener que inscribirse obligatoriamente para ejercer la profesión, el Colegio que lleva el control de la matrícula. En este, nuestro Colegio, los socios se adhieren porque comulgan con nuestros intereses y con nuestras ideas básicas, que son la defensa de la Constitución y la defensa de la dignidad de nuestra profesión, sometiéndonos a normas de ética que nosotros mismos nos hemos impuesto.
La puerta de entrada a este Colegio para ustedes es la Comisión de Jóvenes, que es una de las comisiones más activas que tenemos, que lleva adelante iniciativas como esta y muchas más, en las que se necesita el entusiasmo de la juventud. El entusiasmo de los que salen de la universidad preparados y con un gran idealismo de llevar adelante la profesión en ámbitos que coincidan con sus pensamientos. Éste es uno de esos ámbitos, y por eso creo que este premio es una invitación a todos ustedes para que se acerquen al Colegio.
Les agradezco mucho la presencia de todos ustedes, de sus familiares, y los felicito por la distinción que ahora van a recibir.
PREMIO EXCELENCIA ACADEMICA 2009
UBA Natalia Cecilia Avendaño
Daniela Bianchi
Rocío Blanco Basualdo
Leticia Romina Casarini
Romina Paula Chiodi
Guido Leonardo Croxatto
Juan Pablo Falcón
María Florencia Maslo
Agustín Tarelli
María Soledad Vázquez
UADE Alicia Viviana Ballart
Daniel Ricardo Candiano
Maria Antonela Cantisani
Dana Glas
Diego Eduardo Nuñez
María Florencia Pereira
María Leandra Revale
Verónica Analía Rosin
Patricia Noemí Sánchez
Gonzalo Ariel Viña
AUSTRAL Delfina Braun Costa
Tamara Cañete Chadra
Ignacio Cofone
Nahila Cortés
Agustina Morán
Cecilia Andrea Rinaldi
Lucía Rivas O´Connor
Luciana Parada Villar
Lucrecia Cotter Alvarez
Juan Martín Galeano
UCA Lais Magalí Caro
Virginia Haydee Cueva
Eugenia de la Puerta Echeverría
Clara María de Ocampo
Alejandro Esteban Kulik
Francisco Javier Muñoz
María José Paniego
Lucila Parodi
Ernesto Nahuel Parrilli
María Gabriela Sancho
BELGRANO Mariano Araujo Lovrincevich
María Cristina Balzano
María Lucila Bartomeo
Andrés Carro Rey
Judith Cohen Sabban
Federico Javier Estrella
Luciana Soledad Grigoni Iriart
Romina Elizabeth Juan
Luis Benjamín Nofal
Mora Cynthia Gisela Salas
UCES Mora Ahlers
María Guadalupe Allignani
Melina Ethel Eisenstein
Pablo Ricardo Fregotte
Marcelo Javier Heevel
Mariano Jane
María Mercedes Llano
Leticia Penélope Luna Galli
Albana Antonella Zoppolo Cinelli
KENNEDY Juan Carlos Baschiera
Alejandro Daniel Doldan
Julieta Evangelista
Nazareno Nahuel Gaitán
Pamela Andrea Maturano
Ariana Laura Paletta
Juan Ignacio Raimondo
Florencia Ricci
Augusto Bernardo Turjanki
DI TELLA Juan Manuel André
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