Se premió la “Excelencia Académica”

El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, llevó a cabo el tradicional acto de entrega de premios a la Excelencia Académica a aquellos estudiantes de las facultades de derecho de la Capital Federal que registran los mejores promedios a lo largo de su carrera. En la presente edición, resultaron premiados ochenta y ocho alumnos que han cursado sus estudios en las Facultades de Derecho pertenecientes a la UBA; UCA; UCES; UADE; del Salvador; Austral; Torcuato di Tella, Universidad de Belgrano , Universidad del Museo Social y John F. Kennedy. El acto organizado por la Comisión de Jóvenes del Colegio, contó con la presencia de su titular, Dr. Francisco Barbarán y el Presidente de la Institución Dr. Enrique del Carril, y decanos y representantes académicos de esas casas de altos estudios.


Palabras de apertura del Dr. Francisco Barbarán

Buenas tardes a todos, muchas gracias por venir, mi nombre es Francisco Barbarán, presido la Comisión de Jóvenes Abogados de este Colegio, comisión que con el apoyo de nuestro directorio y el auspicio del Banco Ciudad, organizamos este evento.

De tal manera, en representación del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires les quiero dar la bienvenida y felicitarlos por los destacados desempeños que han tenido en su carrera. Quisiera comenzar esta ceremonia agradeciendo a las autoridades de las distintas universidades por haber concurrido: al señor director de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires, Dr. Juan Salas; a la directora de la carrera de la Universidad Argentina de la Empresa, Dra. Silvia Toscano; al decano de la Universidad Católica Argentina, Dr. Gabriel Limodio; al señor Secretario Académico de la Universidad del Museo Social, Dr. Félix Linfante; al Secretario Académico de la Universidad del Salvador, Dr. Safadi Márquez; al director de la carrera de Abogacía de la Universidad Kennedy, Dr. Felipe Ferrer Lavalle.

Comenzaremos esta ceremonia de premiación precisando el sentido de este premio, del contenido de la distinción académica. Quiero contarles quiénes somos nosotros y por qué damos este premio, aún a riesgo de que quizás después no quieran recibirlo. No encontramos mejor forma que contarles un poco la historia de este Colegio. Se fundó hace casi 100 años por abogados muy prestigiosos y comprometidos, que pensaban que los principios de ética, justicia y libertad eran fundamentales para el éxito de nuestra sociedad, y que los abogados, por las características especiales de su profesión, eran principales actores para promover esos principios.

Desde aquel entonces nuestro Colegio ha trabajado para lograr la aplicación en concreto de esas ideas y nosotros, en el rol de jóvenes, realizamos numerosas actividades para seguir formándonos como profesionales y servir a nuestra comunidad. Fue así que decidimos instituir este premio a la excelencia académica, ya que no creemos en aquello de “serás lo que debas ser o si no serás abogado”, ni en que “la mitad de la biblioteca dice una cosa y la mitad dice otra”. Creemos en la importancia de la vocación y del estudio, tanto en la universidad como en la profesión.

Nos gustaría decirles que finalizada la universidad ahora empieza un camino mucho más fácil, pero no es así. La inserción profesional del joven no es sencilla y es en las tensiones de la adversidad donde no sólo deberán emplear sus conocimientos técnicos, sino también sus valores. Esta nueva etapa les demandará el desarrollo de nuevas capacidades, algunas no les fueron enseñadas en la universidad, pero confiamos en que si actúan con la misma responsabilidad y dedicación que lo han hecho en su etapa de estudiantes, tendrán un futuro promisorio.

Distinguidos colegas, ustedes están iniciando sus carreras con excelencia, y están llamados a luchar por la justicia y la equidad, por eso los alentamos a que con la misma calidad con que cursaron sus carreras, encaren el ejercicio de la profesión. Este galardón que hoy reciben es un reconocimiento a su distinguido desenvolvimiento académico y a su gran esfuerzo en su pasado reciente, pero sobre todas las cosas es una apuesta al futuro. Una apuesta a que sigan asumiendo con responsabilidad y entusiasmo la profesión que eligieron, y a que busquen realizarse en ella conscientes de la gran trascendencia pública de su profesión.

Un saludo además a las familias, soporte esencial para vuestros logros de tan altos objetivos. Felicitaciones a todos y nuevamente muchas gracias por estar acá.

Palabras del Dr. Enrique del Carril

Yo también les agradezco la presencia en este premio, que inteligentemente la Comisión de Jóvenes nos ha inspirado y nos ha llevado a instituir, y quisiera hacerles unas pocas reflexiones sobre la carrera que han elegido y sobre la profesión que van a ejercer.

Ustedes han elegido estudiar Derecho, que es una ciencia, y nuestras universidades y las facultades se orientan fundamentalmente a transmitirles esta ciencia del derecho, compleja pero apasionante. Seguramente, mientras la han estudiado, se han entusiasmado en los problemas y disquisiciones de esta ciencia. Pero como recién dijo Francisco, el camino no termina allí, porque a ustedes ahora se les abre una puerta a una profesión. Una profesión que es algo distinta de los que han estudiado en estos años, salvo las horas que han dedicado a la práctica. Una profesión que más que una ciencia es un arte: el de aplicar una serie de técnicas y habilidades para conseguir algo, para conseguir una obra. Eso es un arte y eso es la abogacía.

Me viene a la memoria un párrafo de Arthur Kessler, famoso escritor de los años 60, cuando en su novela Espartaco describe a uno de sus personajes y dice: “Era abogado, y por lo tanto conocía las tramas y complicaciones del alma humana, conocía su codicia y su serena necesidad de prudencia”. Esto puede ser una síntesis de lo que va a ser la profesión de ustedes, porque la ciencia que han aprendido bien y que por eso los distinguimos no es todo. Es una herramienta entre las tantas que tenemos para el ejercicio profesional, pero la verdadera materia prima de este arte de la abogacía es la conducta humana.

La nuestra es una carrera en la que estamos continuamente en contacto con la conducta humana, con los vicios, con las virtudes, con los temores de las personas que nos vienen a consultar. Y esto es así no solamente en los problemas familiares, sino también en los problemas empresarios, comerciales, en las ramas del derecho que parecerían más alejadas de esto, como pudiera ser el tributario; siempre van a encontrar un cliente con ciertas angustias o problemas, que rozan sus conductas. Entonces van a tener que hacer una obra, como si fueran verdaderos artistas ¿cuál es esa obra? Justamente es estructurar la defensa de los intereses de sus clientes, los intereses legítimos, y la legitimidad de esos intereses no está exclusivamente en que respondan al derecho o estén de acuerdo al derecho positivo. Hay muchas cosas más allá, y hay un juez mucho más estricto sobre si los intereses que ustedes defienden son legítimos o no: la conciencia de ustedes mismos.

Ustedes tendrán que detectar si ese cliente es digno de defensa o no, aún cuando aparentemente pueda haber violado alguna norma de derecho positivo. También me viene al recuerdo, siguiendo con otra cita literaria, la descripción de la ley que está en el Martín Fierro, en la famosa payada con el negro, cuando Fierro le pregunta qué es la ley y el negro le contesta que la ley es como la telaraña, que “atrapa a los bichos chicos y la rompe el bicho grande”. Esto puede ser la síntesis de una queja, una queja que ustedes la van a vivir en el ejercicio profesional. Y esa distinción de cuándo ustedes tienen que defender a uno u a otro, al grande o al chico, se las dará su conciencia.

Con esto quiero trasladarles la idea de que todo el esfuerzo que han hecho en conocer la ciencia del derecho, ahora lo tendrán que hacer en ejercitarse en determinadas técnicas y habilidades, y en tratar de llevar adelante esta difícil pero apasionante profesión.

Es premio es también una invitación a que ustedes concurran a este Colegio, que es un Colegio libre. No es el Colegio Público donde ustedes van a tener que inscribirse obligatoriamente para ejercer la profesión, el Colegio que lleva el control de la matrícula. En este nuestro Colegio los socios se adhieren porque comulgan con nuestros intereses y con nuestras ideas básicas, que son la defensa de la Constitución y la defensa de la dignidad de nuestra profesión, sometiéndonos a normas de ética que nosotros mismos nos hemos impuesto.

La puerta de entrada a este Colegio para ustedes es la Comisión de Jóvenes, que es una de las comisiones más activas que tenemos, que lleva adelante iniciativas como esta y muchas más, en las que se necesita el entusiasmo de la juventud. El entusiasmo de los que salen de la universidad preparados y con un gran idealismo de llevar adelante la profesión en ámbitos que coincidan con sus pensamientos. Éste es uno de esos ámbitos, y por eso creo que este premio es una invitación a todos ustedes para que se acerquen al Colegio.

Les agradezco mucho la presencia de todos ustedes, de sus familiares, y los felicito por la distinción que ahora van a recibir.

Dr. Francisco Barbarán

De acuerdo a lo dicho por el Presidente del Colegio, ahora vamos a llamarlos de a uno por universidades, vamos a invitar a las autoridades a que les entreguen el diploma.

Completado este gratísimo momento, les agradecemos a todos su presencia. Buenas tardes.

PREMIO EXCELENCIA ACADEMICA 2008

UBA
Giselle Castelnuovo
María Celia Ceci
Romina Ivana Cerniello
Nancy Graciela Fenoglio
María Cristina Guidi
Mariano Kierszenbaum
Florencia Lebensohn
Melisa Lubini
Alejandro Javier Pisarev
Estefanía Tallarico

UADE
Daniel Ricardo Candiano
María Gimena Dosio
Marcelo Sebastián Farías
Guido Main
Natalia Soledad Marino Martinez
María Virginia Marotte
Ezequiel Raúl Mesri
María Leandra Revale
Juan Pablo Rivero

AUSTRAL
José Manuel Castro Gasparini
Soledad María Cerviño
Marina Celeste Fernández
Clementina Geoghegan
Carlos Santiago Maqueda Fourcade
Delfina Nicholson
Paula Omodeo
Francisco Ravazzola
Alejandro Rothamel
Isabel Zorraquín

UCA
Agustín Arancet
Luciana Inés Gaset
María Victoria Ibañez Aleman
Rocío Alejandra Labán
María Verónica Leiva
Clarisa Laura Lorenzo
Germán Adolfo Martín Quirán
Alejandra Novoa
María del Pilar Ramos
Alejandro Sherriff
Guillermo Alberto Street
María Cecilia Tuccillo

BELGRANO
Diego Fernández Prato
Maia Goldrossen
Cristian Gabriel Larsen
Luis Raúl Lo Sasso
Mercedes Monteverde
María Coppelia Pagliaricci
María Sofía Suárez Anzorena
Claudia Marisa Valiente
Lucía Carolina Varela
Georgina Leiza Zaglul

UCES
Marco Augusto Desimoni
Andrés Martín Nul
Leonardo Rubi Scacciaferro

UMSA
Martín Oscar Fillmore
Juan Ignacio Nigrelli
Fernando Manuel Panero Schipper
Raúl Félix Rivabella
USAL
María Victoria Aldalur
Natalia Calvino
María Celeste Gabeiras
María Julia Grondona
Alejandra Milanese
Santiago Ministrelli
Analía Mori
María Sol Salaberren

KENNEDY
Patricia Inés Bachmann
Fabiana Alejandra Barrera
Nadia Di Biase
Santiago Ferreyra
Nicolás Joaquín Guillemi
Laura Adriana Juarez
Vanesa Estefanía Setien
Adalberto Omar Sztafij
Walter Darío Tripichio Hernández
Nora Beatriz Vargas

DI TELLA
María Emilia Cabral Nonna
María Eugenia Daneri
Sofía Isabel del Carril
Axel Hatrick
Mariel Melina Marcet
Nicole Monis
Florencia Nigro
Juan Andrés Ortiz Freuler
Juliana Silvia Sheridan
Tomás Winograd

Galeria de fotos

La Hoja es una publicación del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires