Martes, 20 de Marzo de 2007
151° Almuerzo organizado por la Comisión de Jóvenes
Invitada: Elisa Carrió
El 10 de julio, organizado por la Comisión de Jóvenes, se realizó el Almuerzo de Confraternidad, que tuvo como invitada a la diputada Elisa Carrió.
A continuación se transcribe un fragmento de la disertación
Palabras del Dr. Enrique del Carril
Desde hace ya casi cien años este Colegio viene bregando incansablemente por la vigencia del Estado de derecho, la justicia, la ética y la libertad. Lamentablemente, hace ya algún tiempo nuestro país vive una decadencia institucional que cada vez se ahonda más. Las violaciones a la Constitución Nacional y el desprecio por las instituciones de la república se han transformado en moneda corriente.
En medio de tanta oscuridad el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires quiere ser un faro que arroje luz, iluminando y despertando a la sociedad muchas veces dormida o anestesiada, por políticos que todo lo justifican, y que esconden sus verdaderos intereses espurios. Por eso, el Colegio se ha movilizado frente a tantos abusos en ámbitos que son de su incumbencia.
Palabras de la diputada Elisa Carrió
No estamos simplemente en un problema de debilidad de la oposición ni concentración de un gobierno. Estamos en la fase final de un sistema político, de un sistema cultural que arrasó a la nación arrasando las instituciones. Por eso es que en esa fase final el poder es sólo fuerza, es sólo dinero, es sólo cooptación, y es fascista. Por esa razón también en ese final la oposición es débil, porque cuando no hay reglas gana el fuerte. El fuerte es el que maneja la caja, el que compra, el que amenaza. Nosotros tuvimos una oportunidad histórica en el año 2001 de poder iniciar, dolorosamente, como lo inician todos los países después de grandes crisis, un proceso de cambio institucional. Kirchner hubiera podido ser Roque Saenz Peña, un presidente que pudiera organizar una transición a un sistema republicano y transparente. Pero en vez de Roque Sáenz Peña, fue Kirchner. En lugar de abrir el sistema, en una oportunidad además con crecimiento económico que lo permitía, cerró el sistema. Y el fascismo es un carácter, un modo; no es necesario que alguien lea un libro para declararse fascista. Y cualquier manual de fascismo les va a decir que el carácter del liderazgo es central, tiene un profundo resentimiento personal. Y ese resentimiento se expresa a través de un modo de liderazgo que construye enemigos. Esos enemigos expresan el resentimiento del líder, pero a su vez tales líderes son populares porque expresan el largo resentimiento de una sociedad. |